Trovadores y juglares, artesanos de antiguos oficios, taberneros y bailarines regresan al Mercado Medieval de Albacete, que después de dos años vuelve con una nueva ubicación, el Recinto Ferial.
Hasta 130 puestos ocuparán los redondeles de la Feria con bisutería, cuero, vidrio, mesas de juegos, títeres e incluso un campamento medieval, que llevarán a la capital diez siglos atrás.
También habrá más de 30 puestos de comida, con tabernas y quioscos de golosinas, frutos secos y quesos, para que los albaceteños puedan volver a disfrutar en familia, del 5 al 8 de mayo, de uno de los puntos más emblemáticos de la ciudad, por donde pasarán varios espectáculos itinerantes con cuentacuentos, música, danza y teatro.
El Recinto Ferial abrirá todos los findes hasta verano
«Van a ser unos días de ocio asegurado, primero, porque por fin volvemos con una actividad necesaria para que la ciudad recupere el impulso económico y la gente salga a la calle, y, segundo, porque será el primer año que se haga en el Recinto Ferial. Llevamos mucho tiempo diciendo que le íbamos a dar más uso a esta infraestructura y lo estamos haciendo», ha celebrado Modesto Belinchón, concejal de Promoción de la Ciudad.
En este sentido, Belinchón ha asegurado que el Recinto va a estar abierto durante todos los fines de semana de mayo y junio. «Los albaceteños recuperan el edificio más importante de la capital».
Una nueva localización que viene dada, en parte, por las obras de peatonalización del centro, que están obligando a rediseñar muchas de las actividades que se hacían en el Altozano. Cambio que no parece preocupar al Ayuntamiento que, asegura, «los albaceteños quieren disfrutar de su recinto, lo hemos visto en carnaval con la gran afluencia de público que hubo, a los que somos de Albacete nos gusta ir al Recinto Ferial, es casi como volver a nuestra Feria».