«Sobre todo de noche» es rabia, es dolor, es silencio, es belleza y es justicia. La ópera prima del director Victor Iriarte recorre una historia de heridas y reencuentros sobre el robo de bebés en España durante el tardofranquismo. La cinta es un retrato íntimo de dos mujeres, Vera (Lola Dueñas) y Cora (Ana Torrent), con las vidas atravesadas por Egoz (Manuel Egozkue) en el que se conjuga una fotografía preciosista con una música al piano que otorgan esa aura de película de autor que ha imprimido Iriarte.
El film es uno de los preestrenos que el Festival del Cine y la Palabra (CiBRA) ha traído hasta Toledo en comunión con el Hospital Nacional de Parapléjicos. Una simbiosis que ha permitido que el polideportivo del centro sanitario se reconvierta en una pantalla de cine en la que se ha proyectado este prólogo del festival, por el que han pasado tres películas («La contadora de películas», «La tierra prometida» y «Sobre todo de noche»). Tras su estreno en la Mostra de Venecia – con premio para Dueñas incluido – y la Seminci de Valladolid, «Sobre todo de noche» aterrizaba en el Hospital Nacional de Parapléjicos con la etiqueta de película importante. Al preestreno han acudido dos de sus protagonistas, Lola Dueñas y Manuel Egozkue, que se han parado a conversar con ENCLM.
«Ésta será una historia de terror. Será una historia policíaca, un relato de serie negra y de terror. Pero no lo parecerá».
Amuleto, Roberto Bolaño.
Victor Iriarte avisa y esconde, a la vez, un terror silencioso en la primera secuencia de «Sobre todo de noche»
Lola Dueñas: «Soy ‘bola’ de corazón»
Lola Dueñas interpreta a una madre en búsqueda de reparación, de respuestas. «Es un personaje con una rabia y un dolor dentro que es lo que le marca», confiesa la actriz. Sus manos recorren su herida maternal, cargada también de sed de venganza ante un Estado, el español, que ha colaborado y escondido durante décadas los expedientes de esos niños dados por muertos al nacer, aunque nunca lo estuvieron.
La voz de Dueñas es el hilo conductor de una película que ya avisa en la primera secuencia con una cita del escritor Roberto Bolaño. «Ésta será una historia de terror. Será una historia policíaca, un relato de serie negra y de terror. Pero no lo parecerá», escribió Bolaño en Amuleto. Vera (Dueñas) habla, en voz en off. «Lo único que no han podido arrebatarme es mi historia, y cómo la cuento». La actriz ha hecho un ejercicio de explosión de emociones a través de una rabia escenificada en silencios y en el estruendo de sus tacones al andar. «Yo trabajo a lo bestia», recuerda.
La vuelta de la intérprete a la capital castellanomanchega es especial. Ella nunca había presentado una película aquí, pero en su currículum vital y artístico Toledo juega en un papel importante. La familia de Dueñas es de origen toledano y ella recuerda sus veranos en Tembleque con cariño. ¿Eres ‘bola’?, preguntamos. «Yo no, nací en Madrid, pero soy ‘bola’ de corazón», ríe la actriz, mostrando una sonrisa que no aparece en toda la película.
Lola Dueñas posa con una camiseta del CiBRA.
Manuel Egozkue, un debutante con honores
Manuel Egozkue debuta en la gran pantalla con «Sobre todo de noche». Antes había protagonizado varios cortometrajes, pero este es su salto a la gran pantalla de la mano de dos de las mejores actrices del cine español. «Quise generar mucha relación con toda la historia de los niños robados en España», relata el actor, que reconoce que tuvo que evitar hacerse cargo del peso de la historia para interpretar a Egoz en la cinta.
«Sobre todo de noche» recorre con firmeza, a veces con lentitud poética, los pasajes de tres vidas entrelazadas a través de tres capítulos y un prólogo, en una especie de vuelta a los cánones cinematográficos. Iriarte construye una reescritura histórica desde la ternura. «No es solo una película bella, sino que trata de hablar de ciertas cosas de las que no se ha hablado tanto», sentencia Egozkue.
El Festival del Cine y la Palabra (CiBRA) arranca el 2 de noviembre. ENCLM es medio oficial del festival.