lunes, 25 de noviembre de 2024
En 1915 25/01/2015junio 8th, 2017

Hace un siglo, en 1915, Toledo fue una vez más protagonista de un capítulo de la historia de España, en esta ocasión, por ser la primera ciudad del país fotografiada desde un avión, que salió del aeródromo militar de Cuatro Vientos de Madrid y terminó aterrizando de emergencia en un prado de ovejas.

Cien años después, esas instantáneas son «de un valor incalculable» a nivel nacional, por ser las primeras tomadas desde un avión, y a nivel local, porque permiten reproducir por vez primera la imagen de Toledo a vista de pájaro, según explica en una entrevista Eduardo Sánchez Butragueño, autor del exitoso blog ‘Toledo Olvidado’, que ha rescatado las fotografías.


El avión desde el que se fotografió la ciudad, durante la I Guerra Mundial, era militar, probablemente modelo «Flecha», una reproducción desarrollada en España en 1915 del avión austríaco Lonher, del que se montó una primera serie de seis unidades en el aeródromo de Cuatro Vientos.

Sánchez Butragueño expone que se debió elegir Toledo como lugar para sobrevolar al ser una ciudad también con instalaciones militares, como por ejemplo el Alcázar, sede de la Academia Militar. El piloto de la aeronave fue el capitán Juan Vallespín Zayas y del fotógrafo se desconoce su identidad.

Precisamente, fue el hijo del capitán, Ricardo Vallespín, el que en los años 80 donó las imágenes al Ministerio de Defensa y las acompañó de una carta en la que incluyó una de las anécdotas del vuelo que contó su padre: el aterrizaje de manera improvisada en un prado en el que pastaban unas ovejas.

EL PASTOR ROMPIÓ DOS COSTILLAS AL PILOTO

Tras aterrizar, el pastor rompió dos costillas al piloto arremetiendo contra él al grito de «¡Estos señoritos de Madrid, que me matan a las ovejas!».

Tiempo después, en 1917, Vallespín tuvo menos suerte y falleció en otro accidente de aviación, cinco minutos después de despegar.

El autor del blog ‘Toledo Olvidado’ también expone el valor de las fotografías, «de gran nitidez y resolución», para observar la trama urbana de la ciudad de Toledo, los caminos históricos que conducían a ella, el entorno natural, el río o los cigarrales.

«Aportan información importantísima para estudiosos del urbanismo, del medio ambiente, de la historia, de la arquitectura, de la fotografía…», afirma.

Entre otros edificios, se aprecian los restos del desaparecido Monasterio de San Servando, que se situaba cerca del castillo del mismo nombre y que fue destruido al edificar el Hospital Provincial en 1927.

LA TRAZA DE LA CALZADA ROMANA

También puede verse la traza desde el aire de la calzada romana o Vía Flaminia, que atravesaba los terrenos de la actual Academia de Infantería y en su trazado final necesitaba descender una gran cota hasta el río Tajo, por lo que era necesario rodear el peñón del Castillo de San Servando que, por ello, «tenía un altísimo valor defensivo y estratégico», explica Sánchez Butragueño.

Actualmente, las fotografías -de las que tuvo conocimiento a través del coronel José Luis Isabel- las conserva el Centro Cartográfico y Fotográfico del Ejército del Aire.

«Las fotografías no vienen a ti por sí mismas. Es una tarea de hormiguita, basada en tres pilares: la constancia, la paciencia y la intuición», afirma Sánchez Butragueño, que ha divulgado desde febrero de 2008 unas 13.000 fotos históricas de la ciudad en su blog, el cual ha recibido hasta el momento casi un millón y medio de visitas.

Además, ha publicado dos libros financiados por «700 amantes de Toledo» a través del micromecenazgo.

«Toledo interesa más de lo que uno pudiera imaginar, aquí, en España y en el extranjero», señala el autor del blog que, aunque es licenciado en Ciencias Ambientales e Ingeniero Técnico Agrícola, trabaja como responsable del área Social y Cultural de la empresa Soliss Seguros.

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