El documento ha permanecido «perdido» durante 30 años porque, en realidad, no existía. No se había hecho. La Unesco declaró a Toledo como Ciudad Patrimonio de la Humanidad el 26 de noviembre de 1986 pero no había ningún papel que así lo afirmara.
Hasta que uno de los miembros del Gabinete de la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, por el empeño que ella puso en que la ciudad contara con el «papel» que ven en la iamgen, se puso manos a la obra y después de remover Roma (y Toledo) con Santiago, logró que el viernes 18 de noviembre el documento estuviera en la capital regional. Y dice así:
«Ciudad Histórica de Toledo.
El Comité del Patrimonio Mundial ha inscrito (a Toledo) en la Lista del Patrimonio Mundial.
La inscripción en esta lista confirma el valor excepcional y universal de un sitio cultural o natural que debe ser protegido para el beneficio de la Humanidad».
Firmado por el director general de la Unesco.
Ya lo intentaron conseguir antes otros alcaldes de la ciudad, pero no fue posible. Una de las personas de máxima confianza de Tolón ha estado en contacto permanente con María Agunder, directora general de la Protección del Patrimonio Histórico, de la Secretaría de Estado de Cultura, y el documento ya es una realidad.
Ahora, el próximo 26, día que comienzan las celebraciones del 30 aniversario, ya será otra cosa…