Una canadiense de 49 años, Ruth Weiss, residente en Toronto, se ha convertido en la turista número 1.000 de la exposición «La poética de la libertad» que acoge la Catedral de Cuenca, desde el pasado miércoles, y se enmarca en los actos conmemorativos del IV Centenario de la muerte de Cervantes.
La organización de la muestra, que se podrá visitar hasta el próximo 9 de noviembre, ha obsequiado a la turista canadiense con una entrada gratuita y le ha asignado un guía en inglés que le ha permitido conocer el contenido y los detalles de esta muestra, ha señalado la Junta en una nota pública.
La exposición está considerada como el evento más importante organizado en nuestro país coincidiendo con esta efeméride y que en apenas tres días ya ha recibido un millar de visitantes además de obtener un importante eco en la prensa nacional e internacional.
Así, medios especializados en arte y cultura, además de medios de comunicación de ámbito nacional de numerosos países, han recogido ya este proyecto único que cuenta con un presupuesto de 1,5 millones de euros aportados por patrocinadores privados.
La muestra se estructura, a su vez, en tres, todas ellas agrupadas bajo el título genérico «La poética de la libertad» y ubicadas en el interior de la Catedral conquense.
«S.A.C.R.E.D», del artista y activista chino Ai Weiwei, constituye la clave y el corazón de esta exposición en la primera ocasión que esta instalación, compuesta por diversos dioramas que retratan su cautiverio en el país asiático, recala en nuestro país.
La segunda muestra, «Alta expresión», también tiene como temática la libertad y la forman obras de figuras esenciales del informalismo español como Farreras, Canogar, Martín Chirino, Luis Feito, Saura, Zóbel y Torner, junto a fotografías de Juan Barte en pleno proceso creativo de estos.
La tercera y última de las partes expositivas lleva por nombre «Cervantes y la libertad» y trata de indagar en la importancia de este valor en la vida y obra de este escritor cuando se cumple 400 años de su muerte.
La exposición tiene además como hilo conductor el drama de los refugiados, ya que parte de la recaudación por la venta de entradas se destinará a dos organizaciones no gubernamentales que trabajan en la atención a estas personas, como son Cáritas Internacional y Ayuda a la Iglesia Necesitada.
Asimismo, y durante varios fines de semana, la fachada de la Catedral de Cuenca será el tapiz sobre el que se proyectará un vídeo-mapping y su interior acogerá un programa de conciertos con instrumentistas de nivel internacional que tendrán como los órganos del templo conquense una de sus grandes reliquias.