0-0: partido bronco, feo, entre el Toledo y el Real Murcia, un choque que estuvo marcado por la espulsión del local William en la primera parte. El Murcia decepcionó, no aprovechó que jugó 54 minutos con uno más. Las mejores y casi únicas ocasiones fueron para el Toledo, cuyo entrenador, Onésimo, desquiciado por la expulsión de su jugador, también sería expulsado.
La primera parte entre el Toledo y el Murcia tuvo dos partes: en la primera, los verdes se hicieron acredores al gol, jugando con decisión, autoridad, ambición, con Roberto de maestro de ceremonias del último pase, muy activo, mas la habitual brega arriba de Esnáider.
Las dos grandes ocasiones fueron una de Esnáider, a la salida da un córner de de Lerma, empujando un balón que se paseó cerca de la línea de gol; y la segunda de Roberto, quien cazó un disparo que se fue al larguero después de que Esnáider le dejara el balón muerto con el pecho.
La segunda parte de la primera llegó en el minuto 35, cuando una fea entrada de William acabó en tarjeta roja, circunstancia que sacó de sus casillas a Onésimo y al público.
Por el Murcia, antes de la roja, dio la sensación de clásico equipo experimentado, que cuando peor lo parece pasar, se planta en un «pispás» en la puerta contraria, como pasó en un par de ocasiones en el primer tiempo, sobre todo en una oportunidad facilitada por un gran error de Cristóbal. Sergio García cedió a Germán pero la salida de Doblas fue providencial. Con 0-0 se llegó al descanso, lo mejor que le podía pasar al Toledo.
En la segunda parte, cuando todo parecía de cara para el Murcia, este decepcionó absolutamente, no aprovechó que estaba con uno más, se limitó a especular, a dejar pasar el tiempo, en un partido que siguió siendo bronco, sin juego, sin fútbol.
Por su parte, el Toledo lo intentó y firmó una segunda parte muy digna, hasta el punto de que las dos únicas ocasiones fueron suyas: Cristóbal y de nuevo Esnáider. Nada por el Murcia. Lo mejor para el Toledo, que el histórico Real Murcia no es nada del otro mundo. Al menos, por lo mostrado en el Salto del Caballo.