El Ciudad Encantada pudo con el Academia Octavio Pilotes para romper la racha de ‘bestia negra’ que tenía el equipo vigués en sus visitas a Cuenca, en donde siempre ganaba. La verdad es que estuvo a punto de conseguir una nueva victoria, tras dominar el encuentro durante más de 45 minutos, pero la reacción del portero Kappelin en la recta final del encuentro, junto a malos lanzamientos visitantes, propiciaron un triunfo local inesperado por cómo iba el partido. El conjunto vigués mereció más.
El Academia Octavio fue el dominador en la primera parte. Aunque empezó mejor el Ciudad Encantada, lo que le permitió ponerse 4-2 a los nueve minutos, los vigueses reaccionaron con un marcaje individual sobre Paván, lo que atascó el ataque conquense, cometiendo errores en el lanzamiento y pérdidas de balón.
Todo esto lo aprovechó el equipo de Quique Domínguez para empatar el partido y poner distancia en el luminoso. La máxima renta fue el 8-12 en el minuto 20.
Cacheda movió muy bien a su equipo, que encontró en el extremo Moledo una mina goleadora. Se marchó con seis tantos al descanso.
En el Ciudad Encantada Ángel Pérez intentó tirar de su equipo, pero sus compañeros siguieron atascados en el ataque. Todo ello hizo que al descanso se llegara con 13-16 en el luminoso.
Los primeros compases de la segunda parte se mantuvieron en la misma línea que la primera. El Octavio encontraba con facilidad la portería de Kappelin mientras que los locales acusaban el esfuerzo de los últimos partidos y una plantilla con sólo dos cambios.
El partido cambió con el 17-21 en el luminoso (minuto 41). Los vigueses no acertaron con la portería contraria durante seis minutos, justo los que necesitó el Ciudad Encantada, aprovechando las intervenciones de Kappelin, para poner el 20-21 en el marcador.
El partido fue ajustado hasta el final. A falta de ocho minutos, el conjunto de Zupo Equisoain empataba el encuentro, 23-23, y dos minutos después conseguía dos goles de diferencia, 25-23, que parecían sentenciar el partido.
Todo lo contrario, el Octavio reaccionó, empató a 25 y tuvo la oportunidad de ponerse por delante, pero Kappelin lo impidió y aunque sus compañeros fallaron dos contraataques claros, tampoco estuvo acertado el equipo visitante en el balón que tuvieron en el último minuto para empatar el encuentro.
Todo lo contrario, lo perdieron y propiciaron a falta de 10 segundos para el final el 27-25 que, ahora sí, sentenciaba un partido en el que vimos a un Academia Octavio que, por lo visto en este encuentro, es inexplicable solo lleve un punto en esta segunda vuelta.
En cuanto al Ciudad Encantada, su victoria le consolida en la sexta posición, confiando en que el parón liguero le devuelva las fuerzas que ayer terminó por agotar.
Ficha técnica:
27 – Ciudad Encantada (13+14): De Hita, Sabonis (3), Mendoza, Paván (7, 1p), Juanjo Fernández, Ángel Pérez (8, 2p), Gamuz (5), siete inicial, Kappelin (p), Fede (2), Cibulskis y Pablo Simonet (2).
26 – Academia Octavio (16+10): Javi Díez, Vargas (1), Dasilva (2), Cacheda (5), Jabato, Cerqueira (1), Moledo (6), siete inicial, Nantes (1), Cerillo (6, 4p), Polakovic (3), Fran González (1) y Víctor Frade.
Marcador cada cinco minutos: 2-1, 4-4, 6-8, 8-12, 11-13, 13-16, descanso, 15-19, 17-20, 20-22, 25-23, 25-24 y 27-26.
Árbitros: Muro San José y Rodríguez Murcia. Excluyeron, por parte local, Mendoza (2), Fede y Sabonis. Por parte visitante a Moledo (2), Vargas, Frade y Cacheda.
Incidencias: Partido correspondiente a la 23ª jornada de la liga Asobal. Polideportivo El Sargal. Unos 1.200 espectadores.