3 – 1 (25-17/23-25/25-22/28-26/0-0): Victoria trabajada del Kiele Socuéllamos ante el DSV CV San Cugat.
Regresaba el Kiele a su pista tras el parón navideño recibiendo a un Sant Cugat reforzado para la segunda vuelta, y que no hace honor a la penúltima posición de Liga por jugadoras, y juego, y ante una afición fiel que llenaba el pabellón ambientado por la charanga local “@pasalabirra”, que ponía música y color a un gran partido de voleibol femenino.
Gran victoria del Kiele Socuéllamos
Comenzaba el primer set con un Kiele muy enchufado, tanto en recepción como en ataque, a pesar de la baja de su opuesta Gabriela Da Silva, quien presenta una fisura en su tibia que la mantendrá alejada de las pistas unas semanas, y un Sant Cugat intentando soportar el arreón que las de Chema Rodríguez pegaban en red.
Un fallo informático producía un indeseado parón que se resolvía en minutos, y que hacia a las visitantes remontar el set, e igualarlo, obligando al banquillo local a pedir un respiro para volver a meter a sus jugadoras en el partido, hasta recuperar una ligera ventaja que les iba a dar fácil el primer set con un parcial de 25-17.
La misma tónica
El segundo set seguía la misma tónica: ambos conjuntos jugaban de tú a tú, protagonizando grandes puntos, largos e inimaginables, que deleitaban a todos los asistentes al Gaby; finalmente el set caía del lado de Sant Cugat por un ajustado 23-25, que ponía el 1-1 en el marcador.
Un respiro, agua, consignas del míster: se iniciaba un tercer set que iba seguir la dinámica del partido, con una Rocío Gómez liderando el ataque, la colocadora Bruna Lemos haciendo una brillante lectura de distribución de jueg, y el resto de sus compañeras dando sensación de un equipo unido por primera vez en la temporada, libre de ataduras y jugando un gran voleibol que les iba a dar el parcial por un 25-22 ilusionante.
Nada estaba decidido, pues el equipo visitante estaba liderado por una excelente Camila Maldonado, que tiraba de sus compañera, de coraje y garra, para intentar sacar algo de Socuéllamos, pero no era su día, era el día del Kiele, de todas las jugadoras, comandadas por una imperial Rocío Gómez, quien lideraba a las suyas ganando punto a punto, secundada por Sheila D’Amaro, Rocío Jiménez y Anna Walsh, quienes estaban por la labor de jugar un quinto set.
A pesar de algunos fallos arbitrales, el Kiele conseguía llevarse el cuarto y definitivo parcial por un ajustado 28-26, que les daba los tres puntos, y un final de 3-1 que hacía enloquecer a la afición, y al club en general, sabedores de que el objetivo de la permanencia puede estar garantizado.