El Balonmano Guadalajara derrotó por 35-30 al Naturhouse La Rioja en un partido de la octava jornada de la Asobal en el que siempre estuvo por delante en el marcador y fue superior tanto en defensa como en ataque.
El cuadro local salió enchufado al partido y su primera mitad fue de ensueño. Volvió la zaga morada por sus fueros, corrió sin descanso y dejó a la escuadra riojana en doce goles. Vigo tomó el relevo anotador de un Kike Plaza muy vigilado, y Moyano estaba muy inspirado bajo palos.
Al cuarto de hora de partido, Jota se vio obligado a parar el crono. Poco después, sustituyó al portero. A continuación, colocó a Velasco de avanzado para sujetar a Víctor Vigo. Y siete minutos más tarde, volvió a pedir tiempo muerto. Todo fue inútil para detener la apisonadora morada.
Sólo Capote hallaba la forma de horadar la férrea defensa local.
Aunque Naturhouse apretó en los instantes finales del primer período, los alcarreños marcharon al vestuario con una renta de cinco goles (12-7).
El Guadalajara empezó el segundo tiempo en inferioridad, por la exclusión de Jorge Silva. Y el Logroño necesitaba meterse en el partido. Pero los dos equipos intercambiaban goles, lo que beneficiaba a los de Garralda.
El balonmano era de gran nivel, y esta vez los ataques superaban a las defensas. Los riojanos veían cómo despertaba el pichichi de Asobal, Kike Plaza. Entretanto, Luisfe y Pedro se sumaban a la fiesta anotadora de Capote, hoy imparable.
El ritmo era frenético y Guadalajara lo notó. Las diferencias se acortaban y cuando Naturhouse se puso a dos goles (24-22), Garralda pidió tiempo muerto.
La reacción riojana estaba lanzada. Pedro ponía a su equipo a uno, y Valadao era excluido. Sin embargo, los alcarreños solventaron bien su inferioridad. Su ataque continuaba carburando.
Jota probó incluso con portero jugador. Y, mediada la segunda parte, la renta local volvía a los cinco tantos (29-24) y se mantuvo la ventaja hasta el desenlace del choque. Valadao y Muiña sumaban los goles que hoy faltaron de Plaza.
Restaban dos minutos de partido y Naturhouse se puso a tres (32-29). El banquillo local, acostumbrado a finales de infarto, paró el crono. Garralda no quería más sobresaltos. Guadalajara trabajó bien en ataque y en defensa, y obtuvo una merecida victoria.