36-23: Ni esperaba una victoria ni tampoco optó a ella en ningún momento el Quabit Balonmano Guadalajara, que acabó siendo un invitado más en su partido contra el Barcelona en una efeméride especial para la Liga Asobal, que celebraba su partido número 5.000. Fue la derrota número 98 para el conjunto visitante, en un Palau Blaugrana con muy poca afluencia de público y con un Barça muy cómodo que incluso rotó a sus jugadores.
El equipo blaugrana no acusó la derrota cosechada en Europa hace unos días ante el Croacia de Zagreb que rompía una racha de 29 partidos consecutivos ganando. La victoria por 36-23 del equipo catalán contra el Quabit le reafirma en el liderato de la competición, en la que han conseguido hasta el momento todos los puntos posibles, siendo el único equipo invicto.
Había advertido Fernando Bolea, técnico alcarreño, que el Barcelona era un rival inabordable y así es para la mayoría de los equipos del campeonato, independientemente de contra qué equipo juegue. Toni Rubiella se permitió el lujo de reservar a tres de sus puntales en la primera parte del encuentro: al portero Saric, a Mikel Aguirrezabalaga y a Sarmiento. Quien no podía jugar seguro era Nagy, porque tiene tocado el ligamento lateral de su rodilla izquierda. El capitán estaba tan relajado al principio que tuvo el detalle de hacerse una foto con un aficionado justo antes de comenzar un choque en el que por un día Sjostrand fue de la partida inicial y lo aprovechó para lucirse bajo los palos, frustrando entre otros a Epedelgui.
Los azulgranas, a medio gas, comenzaron dominando en el marcador, mientras que al Guadalajara le costaría prácticamente tres minutos y medio conseguir anotar su primer tanto. Lo hizo su mejor jugador en este partido, Fontenla, desde los siete metros. Conseguiría tres de los cuatro lanzamientos que ensayó desde esta distancia. Seguros con su portero suplente, los locales se ponían las botas a la contra, en especial Rutenka. En el ecuador de la primera mitad ya había celebrado su gol número 100 en una Liga que su equipo domina con total autoridad. El jugador marcaría un total de siete goles.
Los visitantes trataban de coger aire después de haberse llegado a colocar con un 7-5 tras un 4-1 en contra. Sin embargo, Rutenka y Juanín García volvían por sus fueros y apenas daban concesiones a su rival. Apenas una pérdida y una acción de Basmalis agitaban al conjunto alcarreño. La diferencia se movía entre los cinco y seis puntos hasta que el Barça elevó el listón de su juego. Los locales alcanzaron el descanso con un claro marcador de 18-11 a su favor tras un gol de Víctor Romás y una doble parada de Sjostrand a De la Salud. En la reanudación fue Juanín García el que tomó el mando en el equipo azulgrana, consiguiendo tres tantos en un suspiro, que hicieron que su equipo doblara al Guadalajara (22-11).
Fue el preludio del minuto de gloria de Jorge Gómez tras los siete metros de Rutenka y Rocas. En todo caso, el guardameta del Quabit estuvo espléndido en varias de sus intervenciones. El arte lo seguía poniendo Juanín, que acabó con ocho goles con un 89 por 100 de efectividad. El tramo final fue eléctrico por ambas partes. Igropulo marcó tres goles en escasos instantes, mientras que Castellá y De la Salud parecían estar en todos sitios. Al final, victoria sin historia en el partido 5.000.
Ficha técnica: FC Barcelona: Sjostrand (Saric, m. 31 a 60); Rocas (2), Igropulo (4), Sorhaindo (4), Viran Morros (-), Raúl Entrerríos (1), Juanín (7) –siete inicial–, Rutenka (7, 1p.), Víctor Tomás (2), Aguirrezabalaga (4), Sarmiento (3), Noddesbo (2) y Oneto (-).
Quabit BM Guadalajara: Oliva; Fontenla (5, 3p.), Valles (3), Epeldegui (1); De la Salud (4), Rudovic (2), Parra (-) –siete inicial– Gómez (p), Blazevic (-), De la Rubia (-), Castellá (5), Reig (2) y Basmalis (1).
Árbitros: García Serradilla y Marín Lorente Zapico (Colegio Catalán). Excluyeron a Igropulo (2), Oneto y Aguirrezabalaga por el Barcelona; y a Blazevic, De la Rubia y Epeldegui por Guadalajara. PARCIALES: 4-1, 7-4, 9-5, 14-7, 16-10, 18-11 (descanso). 22-12, 24-13, 27-15, 29-17, 33-19 y 36-23 (final).
Incidencias: Palau Blaugrana (Barcelona) 700 espectadores.