domingo, 24 de noviembre de 2024
19/04/2012junio 13th, 2017

El Atlético de Madrid cumplió con los deberes y ya puede centrarse por completo en los cuartos de final de la Liga de Campeones, tras imponerse ayer por un contundente 42-27 al Quabit Guadalaja, en un duelo en el que a los rojiblancos les costó arrancar. Tardó en carburar el conjunto madrileño, que no despertó de su letargo hasta casi alcanzados los 10 minutos, un tiempo en el que el Quabit Guadalajara, sustentado por la efectividad bajo los palos de Jorge Oliva, transitó casi siempre con ventaja en el marcador.

Rentas mínimas, eso sí, pero rentas, que confirmaban la falta de concentración de un Atlético que pareció pensar más en el encuentro del próximo sábado con el Cimos Koper esloveno en la Liga de Campeones que en el equipo alcarreño.


Relajación que se tradujo en ataque en un inusual falta de puntería, mientras que en defensa la falta de tensión propiciaba un innecesario número de exclusiones, que curiosamente supusieron el principio del fin para el cuadro alcarreño.

Y es que el Atlético, hasta que no se vio con un hombre menos sobre la pista, no mostró su auténtica cara, esa que le convierte en un equipo casi inexpugnable en defensa y con una voracidad ofensiva, que tiene su mejor reflejo en su demoledor juego de transición.

Un juego que los de Dujshebaev no encontraron hasta verse privados momentáneamente del polaco Mariusz Jurkiewicz superados los ocho minutos de juego, el detonante necesario para despertar definitivamente al conjunto madrileño.

O al menos al francés Luc Abalo, que en los siguientes minutos mostró todos los resortes de su amplio y espectacular repertorio para romper un marcador (9-5) que hasta la exclusión del polaco se caracterizó (5-5) por la igualdad.

Con Abalo en combustión, el Atlético de Madrid encontró el camino para solventar definitivamente un encuentro en el que Alberto Entrerríos también reclamó su cuota de protagonismo con ocho tantos, cuatro de ellos en el primer tiempo, que dejaron sentenciado ya al descanso (19-13) el tanteador.

Un marcador que no dejaría de crecer en la segunda mitad en la que los rojiblancos no dieron tregua a un Quabit Guadalajara que solo pudo oponer resistencia en la figura del extremo Javier Parra a un Atlético cada vez más voraz.

Así, los seis goles con los que los locales se marcharon al descanso no tardaron en convertirse en 10 (24-14), lo que permitió a Dujshebaev dar muchos minutos al joven portero Antonio Díez, que contribuyó con alguna que otra parada de mérito al contundente 42-27 final.

Un triunfo que tan solo se vio ensombrecido por los gestos de dolor con los que se marchó al banquillo a los 12 minutos de juego el extremo sueco Jonas Kallman, que ya no volvería a jugar.

Ficha técnica:

42 – Atlético de Madrid: Sterbik; Abalo (8), Lazarov (5), Cañellas (4), Jurkiewicz (4), Kallman (-) y Edu Fernández (2) -equipo inicial- Antonio Díez (ps), Guardiola (5), Aginagalde (3), Davis (2), Chema Rodríguez (1) y Alberto Entrerríos (8)

27 – Quabit Guadalajara: Oliva; Basmalis (2), Garralda (2), Epeldegui (2), Blazevic (3), Rudovic (5) y Parra (6) -equipo inicial- Gómez Lite (ps), Castella (-), Reig (1), Fontenla (2), De la Rubia (1), De la Salud (2, 1p) y Vallés (1).

Marcador cada cinco minutos: 2-2, 6-5, 10-8, 13-8, 15-11 y 19-13 (Descanso) 24-14, 27-19, 30-20, 37-25 y 42-27 (Final)

Árbitros: García Rodríguez y Fernández Pérez. Excluyeron por dos minutos a Jurkiewicz, Aginagalde y Alberto Entrerríos por el Atlético de Madrid.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigésimo quinta jornada de la Liga Asobal disputado en el Palacio de Vistalegre ante 723 espectadores.

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