El triatleta talaverano Fernando Alarza está exultante tras proclamarse nada menos que campeón de España. Ahora se enfrenta al reto neozelandés del Mundial Sub 23 que se disputa a finales de octubre. Confía acabar entre los cuatro primeros. Este gran y joven deportista (tiene solo 21 años) se quedó fuera por poco de los Juegos de Londres porque una maldita caída de la bicicleta le fracturó la clavícula y le impidió puntuarlo suficiente en las pruebas.
Primeramente nadador, se aburría de «mirar siempre el fondo de la piscina», y de ahí dio el salto al triatlón.
Tras el título de campeón de España, ¿qué está preparando ahora?
Estamos preparando el Campeonato del Mundo Sub 23 que se celebrará a finales de octubre en Auckland (Nueva Zelanda).
¿Qué expectativas tiene de cara al Mundial?
Después de ver la lista de inscritos, es gente con la que compito habituamente, la conozco muy bien. Espero que, si todo sale bien, acabemos entre los cinco mejores.
¿A qué edad y cómo empezó en esto del triatlón?
Empecé con 16 años. Venía del mundo de la natación, pero la piscina se me hacía demasiado monótona, estaba cansado de mirar siempre hacia el fondo de la piscina. Unos amigos me propusieron probar con el triatlón, aunque ya había hecho alguna carrera popular a pie. Nunca había tocado la bici, pero entrené un poquillo. Hice mi primer triatlón, lo pasé fatal, pero la experiencia me enganchó bastante… y hasta ahora.
Correr a pie, en bici y nadar: ¿Con qué se encuentra más cómodo?
Cuando empecé, al venir de la natación, donde más cómodo me encontraba era en el agua. Y estaba muy familiarizado con la carrera en pista, con lo que eran dos disciplinas que me gustaban bastante. El ciclismo era lo que llevaba menos entrenado, pero tras varios años con las tres disciplinas, no me decantaría por ninguna porque las tres me gustan mucho.
¿Vive exclusivamente del triatlón?
Ahora mismo lo compagino con el estudio de la carrera de fisioterapia, pero el 90 por 100 de mi tiempo lo dedico al triatlón.
¿Cuantas horas le echa al día?
Entre seis y ocho horas diarias sí que se van, sí…
¿Cada disciplina lleva el mismo tiempo de dedicación?
No sé si más horas, pero la natación requiere más sesiones, porque cuando la dejas 10 o 15 días se nota bastante; no es como el ciclismo o la carrera, en las que se tarda más en perder la forma.
¿Dónde vive?
Soy de Talavera, pero desde hace cinco años vivo en Madrid, en la Residencia Joaquín Blume.
¿Está becado?
Sí, entre otros organismos, por el Consejo Superior de Deportes.
¿Cuánto le pagan y, de no estar becado, podría vivir de esto?
Yo recibo varias becas. La del CSD me permite tener los gastos pagados de residencia y manutención en la Blume todo el año. Y recibo otras ayudas, de Castilla-La Mancha y el Ayuntamiento de Talavera. Pero aunque duela decirlo, con lo que más me gano la vida es compitiendo fuera de España. Lo cierto es que, de no tener las becas y de no salir fuera… quizá habría optado por el triatlón más popular y no profesional.
¿Debe poner de su bolsillo para competir en el extranjero, como otros deportistas?
Se da la circunstancia de que en Francia existe una liga de cinco carreras, donde se hace una clasificación por equipos. Para ellos, los franceses, ese ránking es muy importante, por lo que fichan a los mejores triatletas del mundo. O sea que hay mucho dinero en esas pruebas y los clubes también lo tienen; va gente de todas partes y cada prueba es como un campeonato del mundo. Así nos buscamos la vida, saliendo fuera.
Talavera, últimamente, está regalando al deporte español un ramillete de figuras: Álvaro Bautista, los hermanos Cubelos, David Arroyo… ¿A qué se debe?
Es cierto. Están saliendo bastantes deportistas. Creo que se debe básicamente a que la ciudad, desde hace mucho tiempo, está apostando fuertemente por el deporte. Esto hace que siempre haya alguien que destaque en alguna práctica deportiva.
Como paisano, ¿cómo ve en general el deporte castellano-manchego en la actualidad?
A pesar de estos tiempos de crisis, el triatlón está creciendo mucho en Castilla-La Mancha, tanto aquí como en España. Es más, esta región es puntera en triatlón, como lo demuestra la tercera plaza en el útimo Campeonato de España por autonomías, en categoría masculina. Eso lo dice todo.
Sus últimos éxitos y los de otros compañeros está haciendo que el triatlón sea mucho más conocido…
Sí, está creciendo mucho, como pude comprobar con el aumento de las licencias. Así, si en el año 2.000 había unas 4.000, este año hay 18.000. Creo que este deporte está viviendo un boom, porque hay estrellas del ciclismo o la Fórmula 1 que se están pasando al triatlón.
De los deportes que combinan varias disciplinas, ¿puede ser el triatlón la especialidad más conocida?
Al ser un deporte que combina las tres disciplinas, por eso puede ser más completo. No pasa en él lo que a mí antes con la natación, que se me hacía monótona. Si un día no te apetece nadar, coges la bici, y si no, a correr. Te da una posibilidad de hacer tres deportes en uno. Por eso mucha gente lo practica.
Acaba de proclamarse campeón de España. Ahora toca aprovechar su buen momento para consolidarse definitivamente en el ámbito internacional…
Sí, el título me ha consagrado en la élite nacional, pero ya había logrado antes muchos títulos internacionales, y ese sigue siendo el objetivo. Pero sí, el título nacional siempre te da un empujoncito para las carreras internacionales de mayor nivel, a las que voy más ilusionado tras proclamarme campeón de España.