El Albacete está protagonizando una de las metamorfosis negativas más raras de la historia del fútbol: ha pasado de ser un líder intratable, estratosférico, a un perdedor nato (cinco de seis) en las últimas jornadas. Esta vez cayó por 0-1 contra el Rayo Majadahonda en el Carlos Belmonte.
Y eso que no hizo un mal partido, no se hizo acreedor a la derrota. El partido empezó eléctrico, con Iván Sánchez de motor de los manchegos. Los de Aira dispusieron de un par de buenas ocasiones pero no lograban inaugurar el marcador. Con 0-0 se llegaría al descanso después de que los blancos fuese de más a menos.
En la segunda parte, José Fran, que entró de nuevas por los locales, dispuso de una buena ocasión. Ya llegaban los nervios del Albacete y las dudas defensivas, máxime cuando el central Gaffoor se lesionaba.
Y a falta de 10 minutos, la puntilla para el Alba: Ñoño lograba el único tanto del partido. Otra derrota. El no va más. O menos.
El Albacete saltó al campo con Nadal, Arroyo, Delgado, Gaffoor, Noblejas, Gálvez, Dani Rodríguez, Carnicer, Josán, Iván Sánchez y Aridane.