El alcalde de Guadalajara, Antonio Román, ha afirmado que el descenso deportivo con el que la Liga de Fútbol Profesional (LFP) ha sancionado al Deportivo Guadalajara es un «agravio hacia el club, ya que hay numerosos equipos que mantienen deudas con Hacienda, la Seguridad Social y los jugadores».
Román se ha referido al anuncio que hizo el Comité de Disciplina Social de la Liga de Fútbol Profesional de sancionar con el descenso de categoría al Guadalajara, por la comisión de una infracción muy grave relativa a la conversión del club en sociedad anónima deportiva (SAD).
En declaraciones a los periodistas, Román ha abogado por «luchar y agotar toda la vía abierta en los tribunales de justicia o en los diferentes estamentos deportivos».
El regidor ha considerado que el club debería pedir una suspensión cautelar de la sanción, toda vez que existe la posibilidad de que un juez dé marcha atrás en la decisión.
«No es lo mismo que dentro de tres años un tribunal de la razón al Depor. ¿QuiÉn paga el daño causado?», se ha preguntado Román, quien ha opinado que «si se ha hecho algo mal, debe haber otras opciones diferentes al descenso deportivo».
A su juicio, antes de recurrir a esta opción, se podría sancionar económicamente al club y exigirle la restitución del daño o actuar contra los directivos, siempre en el caso de que se demuestre la infracción de la que se le acusa.
En cualquier caso, el regidor ha manifestado que descender al club sería un «agravio, sobre todo a la luz de las deudas de numerosos clubes con Hacienda, la seguridad social o con los jugadores».
«No puedo aceptar que se imponga un descenso deportivo en los despachos por un tema que pudiera tener otra sanción», ha apostillado el alcalde de Guadalajara, que ha reconocido que la situación es «difícil».