Entrenada por la leyenda Iván Pedroso, Yulimar Rojas consiguió proclamarse anoche campeona del mundo de triple salto. La venezolana se impuso en la final en el Estadio Olímpico de Londres en estos Campeonatos del Mundo de Atletismo.
Rojas ya era subcampeona olímpica y precisamente ayer ganó a la que fuese su verdugo en los Juegos de Río, la colombiana Caterine Ibargüen. Rojas dominaba la sesión final con un salto de 14,83 metros, pero Ibargüen con un salto de 14,89 a falta de solo dos intentos ponía muy cuesta arriba la medalla para Rojas, pero en el quinto voló. Con 14,91, superó a la colombiana y consiguió ganar la final de Triple más ajustada en la historia de los Mundiales de Atletismo.
Otra saltadora que entrena en Guadalajara, la española Ana Peleteiro, logró quedar séptima en la final con un salto de 14,23, lo que supuso su mejor marca personal.
Un oro gestado en Guadalajara
Con solo 21 años, la nacida en Puerto la Cruz y criada en Caracas ya sabe los que es saborear las mieles del triunfo. Pero para llegar hasta aquí ha habido mucho trabajo en las pista de Atletismo Fuente La Niña de la capital alcarreña. Lleva viviendo y entrenando en Guadalajara desde hace dos años y ha contado con un entrenador de lujo: el saltador Iván Pedroso.
Aunque en la cita londinense no pudo superar los 15 metros, la venezolana cuenta con una mejor marca personal de 15,02 metros.
La pupila de Pedroso
El saltador cubano es el encargado de la preparación de la venezolana. Fue cuatro veces campeón del mundo de salto de longitud (1995, 1997, 1999 y 2001), además de ser campeón olímpico en Sydney 2000. Es reconocido como uno de los mejores saltadores de la historia, incluso se cargó con el el mítico récord del mundo de Mike Powell, con un salto de 8,96 metros, superó en un centímetro el récord, pero fue anulado por excesivo viento, aunque en un principio sí que fue válido.
En España todos recordamos a Pedroso por sus duelos con el malogrado Yago Lamela. Especialmente importante fue que vivieron en los Mundiales de Sevilla 99, donde el cubano se impuso al gallego cuando el atleta español vivía uno de sus mejores momentos de su carrera.