El Quabit Guadalajara cerca estuvo de remediar en la segunda parte lo que fue un paseo militar del CBM Logroño La Rioja en la primera, tras la que locales se fueron al descanso con un apabullante 18-10.
Kusan y Dapiran fueron los primeros inspirados, pero poco a poco marcaban todos los riojanos. Hasta nueve de sus jugadores habían visto puerta en ese primer tiempo, en el que parecía que habían decidido el partido. Y si en ataque los locales andaban como motos, si había algún problema en la portería lo solucionaba el portero hispanoruso del Logroño Sergey Hernández, que escuchó cómo su afición coreaba: «¡Sergey selección…!»
Por el Quabit, el mítico J. Hombrados poco podía hacer para detener la avalancha atacante riojana.
El segundo parcial fue algo completamente distinto. Los guadalajareños apretaban, y cómo. Fueron reduciendo paulatinamente la ventaja hasta ponerse a solo dos tantos. Por el Logroño La Rioja, Sergey, el héroe del partido, sostenía a los locales. Y lo hizo hasta el final, cuando paró un siete metros que habría puesto a los visitantes un solo tanto por debajo.