El Fraikin Granollers ganó al Globalcaja Ciudad Encantada (35-29) sin convencer en su juego.
Granollers llegó al encuentro ante Cuenca con la obligación de ganar y ofrecer una buena imagen ante su afición por dos motivos: necesitaba sumar los dos puntos si quería seguir con alguna opción de clasificarse para la copa Asobal y porque en el último partido, ante Naturhouse, disputaron el peor partido de la temporada.
Pero la imagen del conjunto catalán siguió siendo la misma de la semana pasada, con una floja defensa, y un ataque sin juego de equipo y con muy pocas ideas. El espectador no se divirtió porque el rival, Cuenca, tampoco quiso aportar calidad al encuentro y finalmente se decidió el encuentro en los últimos instantes.
Los primeros 30 minutos tuvieron poca historia y los dos equipos jugaron a un nivel muy parecido: errores constantes en ataque aunque la línea defensiva ponía pocos problemas a los jugadores.
El partido era igualado en todos los aspectos, y ninguno de los dos conjuntos podía abrir brecha en el marcador. El conjunto local tuvo la oportunidad después de una doble exclusión de los conquenses, pero no la supieron aprovechar sino todo lo contrario.
Cuenca, con dos jugadores menos sobre la pista, consiguió un parcial de 1-2 y se puso por delante. Por este motivo, el técnico, Carlos Viver, solicitó tiempo muerto para dar un toque de atención a sus jugadores (10-11, m.18). El partido siguió igualado hasta la media parte, con ventaja mínima para los locales (17-16).
Cuenca aguantó al Granollers poco más de 10 minutos de la segunda mitad. El poco fondo de banqueta de los oscenses se notó con el paso de los minutos, y Granollers, que seguía sin jugar un buen partido de balonmano era consciente de que los dos puntos eran vitales, y eso pesaba más que realizar un juego vistoso.
Los catalanes poco a poco empezaron a escaparse en el marcador hasta llegar a los últimos 11 minutos con cinco goles de ventaja (30-25, m.49). Al final, la victoria del Granollers fue mucho más amplia de lo que reflejó el partido, pero los últimos minutos sobraron para los oscenses que se fueron con un mal sabor de boca.
El capitán del Granollers, David Resina, -con ocho goles- fue el máximo goleador del encuentro, juntamente con Vainstein, el mejor jugador visitante. La nota negativa del encuentro fue la lesión, precisamente de Vainstein, que recibió un golpe en la cara y tuvo que ser atendido y abandonó la pista mareado.