El Alcázar Basket ha supeditado su futuro a la cesión del nuevo pabellón ‘Vicente Paniagua’ para su «explotación, tanto de la publicidad como de la cafetería», además de conocer las ayudas que el nuevo equipo de Gobierno va a conceder al deporte de la localidad alcazareña.
Así lo ha asegurado el director general del club alcazareño, Francisco Javier Parras, quien ha razonado que «de no ser así, vamos a ver si podemos salir, incluso en EBA».
«Aunque estamos jugando en el pabellón ‘Antonio Díaz Miguel’ y el público está más encima, es en el nuevo, aún no inaugurado, donde estaríamos mejor, con más posibilidades, ya que nos prometieron que podríamos explotar la publicidad estática y la cafetería, más que necesarias para el proyecto», ha explicado Parras.
Ha ampliado que «antes de las elecciones ya mantuvimos contactos con las candidaturas que optaban a las elecciones del pasado domingo con la promesa de que, al menos, se respetarían las subvenciones, por que de no ser así es difícil iniciar un proyecto esta próxima temporada».
Parras ha confirmado que, ahora mismo, «estamos cerrando la presente campaña, donde luchamos hasta el final por subir a LEB Plata», que perdió ante el Morón de la Frontera, tras ganar al EASO San Sebastián y al Basket Cartagena, con la rémora de contar con solo siete jugadores sénior y un júnior.
Una disminuida plantilla por las bajas del pívot Goran Oulic, operado en el tobillo derecho; el alero Rafa Molina, intervenido de ligamento y menisco de rodilla, y Eric Jean-Guillaume, que deberá pasar por el quirófano para superar sus problemas de astrágalo.
Unas importantes ausencias a las que se sumó Carlos Calvo, que sufrió un esguince de rodilla en el primer partido contra el EASO vasco: «Más no se pudo hacer», ha concluido Parras.