El albaceteño Óscar Sevilla se coronó hoy campeón del Clásico RCN, con lo que ajustó su tercera corona en la carrera que este año no tuvo la dosis de montaña que la ha caracterizado, y que viajó por sitios nunca antes visitados por el ciclismo.
El dominio extranjero lo completó el boliviano Óscar Soliz (Movistar), quien fue el subcampeón cediendo 28 segundos con Sevilla, en tanto que el tercer cajón del podio fue para el local Alexander Gil (Aguardiente Antioqueño).
La jornada de cierre del Clásico se disputó entre Barranquilla, capital del departamento del Atlántico y el municipio de Cármen de Bolívar, sobre 222 kilómetros y fue ganada por Juan Osorio (Manzana Postobón) que invirtió 5 horas 26 minutos y 23 segundos. La prueba dejó como gran revelación a Gil, que confirmó con su podio final las grandes condiciones exhibidas en la pasada Vuelta a Colombia.
También destacaron el campeón sub-23 Hernán Aguirre (Manzana Postobón) y su compañero de equipo Juan Sebastián Molano, quien ganó cuatro etapas al embalaje. Sevilla (EPM UNE) ganó su primer Clásico en 2008, el segundo en el 2012 y en este 2016 se apoderó la camiseta de líder en la segunda etapa hasta coronarse campeón.
El corredor del EPM Tigo tiene 40 años, de los cuales los últimos nueve los ha vivido en Colombia en donde además ha ganado 47 etapas y tres títulos de Vuelta a Colombia, entre otros triunfos.
Sevilla nació en Ossa de Montiel (Albacete, España) el 29 de septiembre de 1976, se hizo profesional en 1998 y tuvo su mejor temporada en 2001 al ganar el título de mejor joven en el Tour de Francia en el que se situó en la séptima casilla de la general individual y además fue segundo de la Vuelta a España ese mismo año con el Kelme. Otros títulos de su carrera pasan por la Vuelta a Asturias (2006), la Vuelta a Chihuahua (2009), la Vuelta a México (2010) y la Vuelta a Chiriquí (2012). Sevilla ha corrido para equipos como Kelme-Costa Blanca, Phonak, T-Mobile, Team Relax, Rock Racing, Orgullo Paisa-Indeportes Antioquia, Formesan-Pinturas Bler y Epm-Une.
La carrera deportiva de Sevilla no ha estado exenta de sobresaltos como cuando en 2006 se destapó en España la «Operación Puerto» que lo ligó a un escándalo de dopaje y de haber formado parte de una red que comercializaba y utilizaba medicamentos no permitidos para mejorar el rendimiento, bajo la asesoría del médico español Eufemiano Fuentes.
Este escándalo hizo que el equipo alemán en el que militaba, el T-Mobile, lo expulsara, aunque nunca fue juzgado por España que no encontró pruebas que lo incriminaran ante los organismos deportivos internacionales.
Asimismo en 2010 recibió una sanción del Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS), por dar positivo en la Vuelta a Colombia de ese año con hidroxietil, pero regresó seis meses después como un grande y se ha mantenido así desde ese entonces.