El Cross de Fuensalida (Toledo), cuyo historial contiene los nombres de campeones mundiales y olímpicos, desaparece después de 26 años de vida, víctima de una crisis económica que le ha dejado sin presupuesto.
Desde 1998, en que Constantino Esparcia y la portuguesa Manuela Machado estrenaron la lista de ganadores, el Cross del Calzado ha ofrecido cerradas batallas sobre el barro y la nieve en un circuito de tierra arcillosa que, con la lluvia, formaba una capa deslizante sobre la que sucumbieron algunos especialistas de rango universal.
El keniano Paul Tergat, cinco veces campeón mundial de cross, solo pudo ser segundo en Fuensalida. En 1995 le derrotó el marroquí Salah Hissou. Y otro keniano, John Ngugi, que amasó otros cinco títulos mundiales, sólo fue cuarto aquí en 1991.
La portuguesa Rosa Mota llegó en 1990 como campeona olímpica, mundial y europea de maratón, y -ella sí- se llevó la victoria en Fuensalida, donde también compitió, ya como veterana, la mejor especialista española de la historia, Carmen Valero.
«No ha habido forma de seguir. El Ayuntamiento, que llegó a poner 18.000 euros, aporta cero, y tampoco ha salido nadie con ganas de organizar la prueba, porque yo no sigo», declaró el organizador de la carrera, Santiago Merchán.
«Pertenecemos a la ANOC (Asociación Nacional de Organizadores de Cross), y yo a su junta directiva, pero en abril me iré. No tiene sentido continuar si no hay carrera. El Ayuntamiento no se ha preocupado de buscar quien tome el relevo. Solo le interesa la carrera popular de otoño», explicó.
Sin la ayuda municipal, el cross de Fuensalida no tenía futuro, según Merchán: «Solo quedaban los 6.000 euros que pone la Diputación, pero con eso no se puede hacer una carrera medianamente decente».
El alcalde de Fuensalida, Mariano Alonso (PP), explicó que Merchán le comunicó «hace un par de meses que no seguía porque estaba cansado» y reconoció que en los últimos años el Ayuntamiento solo había aportado al cross «infraestructura y medios materiales». «Los fabricantes de calzado lo dejaron ya hace muchos años. Desde que la carrera dejó de emitirse en Televisión Española los anunciantes perdieron interés. Ahora hemos decidido apostar por los niños, por la educación con los valores del deporte. Tenemos muchas escuelas municipales que funcionan muy bien y preferimos invertir los recursos en los chavales y en la carrera popular», señaló.
El cross toledano desaparece, por tanto, después de haber registrado algunas de las escenas más dantescas del cross español, como en 1997, cuando el portugués Paulo Guerra, cuatro veces campeón de Europa de cross, obtuvo su única victoria en Fuensalida bajo una intensa nevada, al final de un bello duelo con el keniano Shem Kororia. Pero el héroe histórico de la carrera fue Domingos Castro, el mayor de los gemelos portugueses, que obtuvo cuatro victorias entre 1989 y 1998 mientras su hermano Dionisio no logró una sola. El pueblo de Fuensalida, en homenaje a la asiduidad con que ambos compitieron aquí, les dedicó una calle cercana al circuito.
Por falta de presupuesto, Fuensalida tuvo que renunciar al Campeonato de España de cross, que tenía adjudicado para celebrar sus bodas de plata en 2012. Ese año, un jamón y un ramo de flores fueron el premio para los vencedores de una prueba ya moribunda, con un presupuesto de 16.000 euros frente a los 76.000 de la edición anterior. Sobrevivió un año más, sin atletas de elite en 2013, pero el Cross de Fuensalida no ha podido cumplir los 27 años. En su historial quedan otros nombres ilustres como el de los kenianos Daniel Komen o Paul Kosgei, el ucraniano Sergiy Lebid (nueve veces campeón de Europa) y el etíope Gebre Gebremariam (campeón mundial).