El Manzanares FS decidirá si se disuelve como club en la asamblea extraordinaria de socios que ha sido convocada para el domingo día 29, según confirmó el presidente de la entidad, Manuel del Salto. Del Salto aseguró que tras numerosas «gestiones», infructuosas todas ellas, en la asamblea del día 29 «se propondrá la disolución del club», tras una campaña que, reconoció, «ha sido muy bonita en lo deportivo, pero muy dura a nivel directivo».
«Vimos cómo se incumplían promesas de empresas privadas y después nos tocó un panorama nada sencillo en el que tan solo Ayuntamiento, Diputación y Quesos El Hidalgo, y ninguna de las firmas que nos ayudaron aportó más de 2.000 euros, por lo que ha sido dificilísimo poder cumplir con lo mínimo necesario», lamentó.
El presidente tuvo palabras de agradecimiento para el pequeño comercio, colaboradores y socios: «Les mostramos nuestro pesar por no haber llegar a un acuerdo con los jugadores que nos hubiese permitido arrancar una temporada más, ya que es inviable a día de hoy el pago del 100 por 100».
Explicó que su directiva «se marcó como objetivo continuar una temporada más para cumplir con los pagos comprometidos», a jugadores y proveedores, con el descenso de categoría, y tras conceder el Ayuntamiento una ayuda de 40.000 euros «destinados íntegramente al pago de los jugadores, a quienes se les planteó una reducción, a fin de ajustar el total de esta subvención».
Del Salto añadió que «parte de los jugadores, a pesar de conocer la precaria situación del club, no aceptaron la rebaja y, por tanto, el presupuesto se disparaba a más del doble y no lo podíamos asumir, siendo totalmente inviable dar el paso a una nueva temporada».
«Teníamos que cubrir el presupuesto completo con colaboradores, empresa privada y socios, y aún siendo importante la cantidad era ínfima para el presupuesto que había que cubrir», confirmó.
Por todo esto, concretó Del Salto, «se tomó la decisión de proponer la disolución del club en la asamblea del día 29», y una vez que la junta puso casi 60.000 euros para terminar la campaña, porque «es inviable iniciar un proyecto con cerca de 90.000 euros de deuda entre jugadores y proveedores».