Quería superar un «momento crítico personal», en el que no ha ahondado, y también hacer un doble homenaje: A Francisco Aritmendi, guadalajareño, el primer campeón español del Cross de las Naciones (o sea el Mundial de campo a través), y a un tal Camilo José Cela, que escribió el célebre libro «Viaje a la Alcarria».
Se trata del corredor amateur José Carlos de la Cruz, vecino de Azuqueca de Henares (Guadalalajara), que del 3 al 6 de septiembre completó la prueba «Ultra Alcarria 2014», o los más de 266 kilómetros de un itinerario que ha procurado respetar al máximo el viaje literario de Cela.
El momento en que José Carlos llega a la meta definitiva, la pista de atletismo de Azuqueca.
José Carlos de la Cruz estuvo acompañado por su compañero corredor Marcos Sánchez Macías, quien ha ido a veces en bicicleta y a veces corriendo para alentar a José Carlos, los dos junto al coche de apoyo. «No lo llevaba preparado, ha sido el alma de la travesía», afirma José Carlos de su acompañante.
José Carlos revela que la máxima anécdota que puede contar es ese momento muy crítico que vivió en la primera etapa, de 85 kilómetros, entre Azuqueca y Cifuentes, cuando fue víctima de un golpe de calor de tal calibre en el kilómetro 59 que creía que el desafío se iba a pique a poco de empezar. Aquejado de deshidratación y problemas musculares, se recuperó en el último tramo hasta llegar a la meta.
En la segunda etapa, entre Cifuentes y Sacedón, de 67 kilómetros, a José Carlos le esperaba un grupo de acompañantes quienes les «dieron la vida» al darles conversación durante los últimos 12 kilómetros.
La tercera etapa fue la de la recuperación, entre Sacedón y Pastrana, de 55 kilómetros. Lograron hacerla en el menor tiempo posible para llegar a la cuarta y última en las mejores condiciones.
Y llegó la cuarta y última etapa, entre Pastrana y Azuqueca, de 60 kilómetros. En ella tuviero que superar duras subidas y tramos rompepiernas (subidas y bajadas) antes de que en el último tramo se les uniera un grupo de corredores.
José Carlos de la Cruz tiene 41 años y es un deportista amateur que buscaba nuevos retos además de tomar parte en carreras populares, también para superar un mal momento en lo personal. Ha contado con el apoyo del Ayuntamiento de Azuqueca de Henares, los ayuntamientos de los pueblos por los que ha pasado y la empresa local Saint-Gobain Isover.
Lector «muy exquisito», de biografías sobre todo de deportistas y de libros sobre temas que le interesan especialmente, confiesa que no ha leído el «Viaje a la Alcarria». «Quizá sea un buen momento para leerlo ahora», concluye.