Las jugadoras del CFF Albacete B (algunas de sus integrantes tienen entre 13 y 16 años) decidieron retirarse antes de concluir el encuentro frente al Fuensalida (Toledo) por el comportamiento que estaba teniendo el colegiado con ellas. Sintieron que las humillaba en varias ocasiones y las entrenadoras no lo dudaron, el partido para las albaceteñas acabó en el minuto 65. Posteriormente, y tras la llamada del árbitro disculpándose, el Comité regional le suspendía «hasta que se aclaren los hechos».
«El Club y especialmente las jugadoras queremos mostrar nuestro más sincero agradecimiento a todas las personas, medios de comunicación y equipos por su respaldo y apoyo». Así comenzaba el comunicado que publicaba en Facebook el equipo de fútbol femenino CFF Albacete tras vivir una situación «surrealista», comentaba a Encastillalamancha una de las entrenadoras, Yoli Calero Martínez.
Todo sucedió el sábado 2 de enero cuando las jugadoras del equipo albaceteño, conjunto femenino que juega en la competición de Castilla-La Mancha, se retiraron del campo de fútbol de Fuensalida (Toledo), donde disputaban su encuentro de liga, «tras comprobar como en varias ocasiones y subiendo de tono cada vez más el ‘señor’ colegiado, Enrique Vegas Arellano, menospreció a las chicas llegando a humillarlas riéndose de ellas en diversas ocasiones», denunciaron en la red social.
Tuvieron que escuchar comentarios como: «No sé por qué os ponéis así, si vais las últimas con un punto y ya estamos en enero, no vais a ganar nada». Precisamente éste fue el que más ofendió a Yoli, quien recuerda que para ellas jugar al fútbol es un hobby, «es nuestra pasión». «Entrenamos tres días a la semana, de noche, pasando frío…» Además, pagan su cuota, casi se puede decir que pagan para poder jugar y «que te pase esto es duro».
El comunicado mostrando su malestar por todo lo ocurrido tuvo una gran repercusión, lo que «nos reconforta» y, ahora, «borrón y cuenta nueva» para afrontar la próxima cita futbolística (el sábado 9 en Talavera a las 16.30 horas) con «ganas e ilusión».
Yoli, que lleva 14 años jugando al fútbol, reconoce que «en mi vida había vivido algo así, puedes discrepar con el árbitro por alguna jugada en el transcurso del encuentro, pero hasta este punto…» La entrenadora, jugadora también del primer equipo, destaca que «no es lo mismo contarlo que vivirlo, fueron muchas faltas de respeto«.
Ahora se quedan con el apoyo que han recibido, lo que les anima a seguir disfrutando del fútbol en un club que lleva cerca de 20 años en pie.