El tenista toledano Feliciano López, en el que es su último torneo como profesional, ganó en la primera ronda al australiano Max Purcell, por 6-3 y 7-5, con lo que sigue adelante en el Abierto de Mallorca, que se juega sobre hierba.
La posibilidad de que fuese el último partido en individual de ‘Feli’ aumentó la expectación del partido, como evidencia que, entre otros, estuvieran en las gradas su buen amigo Rafael Nadal, acompañado por su esposa, Toni Nadal y el griego Stéfanos Tsitsipás, principal favorito del torneo y compañero del toledano esta vez en dobles (ya perdieron).
Feliciano López quiere resistir lo máximo posible
Pero Feliciano López volvió a evidenciar que desea prolongar lo máximo posible su presencia sobre las pistas. A sus 41 años, número 634 ATP, ante la presencia de uno de sus hijos y pese al fuerte calor, sacó una buena dosis de la calidad que atesoró su tenis y, con saque y volea, se impuso a un Purcell que es el 62º del mundo y con el que no se había enfrentado hasta ahora.
Fue su victoria 784, entre el circuito ATP y la Copa Davis, la segunda en 2023, año dedicado a despedirse de los torneos, y lograda, tras ceder su saque en el juego inicial, con dos roturas en el primer set (segundo y cuarto juego); y una sola en el segundo (undécimo juego).
Lo sentenció, además, con su saque. Alzó los brazos y, minutos después, recibió el abrazo de Nadal. Con su hijo en brazo no dudó en afirmar que era «una victoria muy especial», «de las más importantes de la carrera».
De momento, prolonga su ‘vida profesional’ y ahora le espeta en octavos el también australiano Jordan Thompson (n.71). A buen seguro que ‘Feli’ querrá seguir vivo. De momento, sigue.