Feliciano López es un hombre feliz, a pesar de que este año ha desaprovechado una oportunidad para meterse entre los diez primeros del mundo. A sus 34 años tiene otros objetivos, tener hijos y que estos le puedan ver jugar al tenis, y ser capitán de Copa Davis, y disfrutar en ese puesto de la gran generación actual del tenis español.
En una entrevista concedida a EFE durante el torneo de Valencia, «Feli» confiesa que quizás falló algo más en la temporada de hierba, y asegura que «hay que volver al Grupo Mundial de la Copa Davis como sea, algo que figura en el interior de todos los jugadores», y apunta las claves para ser un gran capitán aceptado por todos.
¿Cuál ha sido su momento más alto y el más bajo en esta temporada?
El bajo ha sido la temporada de hierba, porque después de los resultados del año pasado no resultó como esperaba. Sobre todo los dos primeros torneos que me marcaron mucho, porque perdí dos partidos contra dos sacadores, con 7-6 en el tercero y luego en Wimbledon jugué muy nervioso y precipitado. Durante el verano en EE.UU. me repuse, jugué muy bien y ha sido la mejor parte del año.
¿Siente usted que ha perdido una gran ocasión para entrar en el grupo de los diez primeros del mundo?
Entrar ahí es difícil, pero si en hierba este año, que había un torneo más, hubiera cogido los puntos que yo esperaba y hubiera ganado los 600 del pasado año, estaría ahora mismo ‘top ten’. Pero también quizás en EE.UU. no hubiera jugado lo bien que he jugado.
A su edad, ¿siente ahora que ha madurado mucho más?
Tenísticamente sí, porque en la pista uno lee mejor el juego, ahora tengo mejor colocación y todo eso se gana con el tiempo. Luego, el físico me está ayudando también a dar la cara todo el día. Si con 34 años no te acompaña es difícil, pero ahora veo mejor la bola, estoy más rápido, me anticipo mejor. Pero las piernas también me ayudan.
Su boda con Alba Carrillo ¿le ha cambiado en algo?
En mi vida personal la boda no nos ha cambiado nada. La vida después de la boda es como era antes, porque ya vivíamos juntos. No tengo más responsabilidad por el hecho de haber dado ese paso. Es algo más de respeto entre Alba y yo. La gente piensa que la boda es una responsabilidad y que es un paso como si el mundo se acabase, y yo creo que no. Hay ciertos tabúes sobre esto. La gente piensa, ‘desde que te has casado eres otro hombre’, y yo creo que no es así. La estabilidad es un proceso y no se da por firmar un papel.
¿Se ve como padre de una familia numerosa?
Me encantaría porque soy muy familiar y los niños me encantan, y cuanto antes lleguen mucho mejor. Me gustaría también que si juego un par de años más, o tres, con suerte mi hijo me pueda ver jugar al tenis. Eso me haría ilusión.
¿Cómo afronta la Copa Davis para el 2016?
Hay que volver al Grupo Mundial. Creo que después de lo que pasó este año y como se perdió en Rusia, y como tuvimos que ir a Dinamarca y ganar allí, está claro que hay que volver al Grupo Mundial como sea. Es un año olímpico además, un año duro para todos, y hay que hacer un esfuerzo. Después de Wimbledon hay que ganar esa eliminatoria como sea y en septiembre volver al Grupo Mundial y a partir de ahí nos plantearemos los objetivos. A Conchita (Martínez, capitana de la Copa Davis y Copa Federación) le dije que en Dinamarca era complicado ir para mi, porque después tenía tres torneos en Asia y quería aprovechar el momento después del buen US Open que hice. Además no era necesario que yo estuviera en una eliminatoria donde estaba Rafa (Nadal), David (Ferrer) y Fernando (Verdasco). Entre todos los jugadores existe, a nivel interno, el deseo de volver al Grupo Mundial, donde España tiene que estar. Y el año que viene si cuentan conmigo, estaré.
¿Se imagina usted como capitán del equipo de Copa Davis?
Sí, sí, a mí la Davis me encanta y el hecho de jugar en equipo siempre me ha encantado desde pequeño. Todos los tenistas piensan que alguna vez pueden llegar a ser capitanes. A mi me encantaría porque creo que es algo muy bonito. Es evidente que me encantaría serlo ya, con esta generación, pero todavía estoy jugando. Primero me tengo que retirar y luego habrá otros candidatos. Lo que está claro es que el día que me llegue la oportunidad no será con una generación tan brillante como esta, pero igualmente es una cosa bonita.
¿Qué características tiene que tener un capitán?
Poco afán de protagonismo o nada, eso es súper importante. porque con la generación de jugadores tan buenos que tenemos, es crucial que el capitán sepa que los protagonistas son los jugadores, y eso hay que tenerlo en cuenta. Que sea además una persona firme en sus decisiones y convicciones. A veces cuando se gana mucho, los jugadores entre los que yo me incluyo, tendemos a quitarle importancia a una competición que aunque no es lo único que nos debe importar, si es algo muy importante de nuestro calendario. Que sea además una persona respetada por nosotros y se haga respetar. Si es posible, cercana a nuestra generación, porque así se sabe llevar al grupo mucho mejor. Y que cuando diga una cosa los jugadores la respeten.
Usted, ¿se retiraría sin dudarlo tras ganar un Grand Slam, como parece que se ha puesto de moda ahora?
Siempre recuerdo cuando Sampras ganó el US Open y dijo que se iría pero ya había ganado 15 antes. En mi caso, yo intentaría aprovechar el año siguiente e intentar ganar otro. Me conformo en estar como estoy, estando en la elite, compitiendo con los mejores e intentando ganar un Grand Slam, que en el tenis masculino es muy difícil.