El Toledo-Talavera, un partido casi en peligro de extinción durante los últimos años, no dejó indiferente a nadie. A nadie le gusta perder contra el máximo rival y, esta vez, le ha tocado al conjunto verde lamerse las heridas. Los chicos de Javi Vázquez, mucho más rodados, elaboraron unos segundos 45 minutos hegemónicos (anotó Solano 20 segundos después de volver de vestuarios) tras un primer periodo circundado por una igualdad manifiesta. Sirve, para sendas filas, a fin de sumar kilómetros. El campeonato regular, la máxima obsesión. No hay más. Pese a ello, el final del choque dejó momentos de tensión con tanganas de por medio fruto de la rivalidad.
Un derbi, se mire por donde se mire, siempre apetece. Y más si llega a modo de entremés, nada más levantarse el telón de la nueva temporada. Así que… entra como anillo al dedo, de eso no hay lugar a dudas. Pero este tenía una particularidad pasmosa, puesto que el último Toledo-Talavera sobre suelo capitalino tuvo lugar en agosto de 2017 en la extinta Segunda División B. Entre medias, incluso una pandemia pasó por delante. Ha llovido.
Aunque la etiqueta de un partido así suele llevarse por delante la coherencia de este deporte, no dejaba de ser un test de pretemporada. Ya saben: turno para probaturas y encaje de piezas (muchas veces de bolillos) en pos de aterrizar con paso firme al inicio liguero. Esa velocidad de crucero que se consigue a base de ahínco, sudor y minutos de rodaje. En cualquier caso, Alfredo Santaelena, que puede dar cucharadas de fútbol hasta el fin de los tiempos, no perdió la cabeza. Tampoco Javi Vázquez.
Dani Simón, imperial
El nombre de Yelco Ramos sí que llamó la atención a los presentes. Un hombre que desde que firmó por el cuadro de la ciudad imperial no sabía lo que era pasar por la caseta. Apostó el nuevo técnico, cosa que es puntual -Yelco es el titularísimo-, por Dani Simón. A las primeras de cambio, sacó una mano de santo descomunal que sirvió para echar por tierra el lanzamiento de penalti de Solano. Con lo que estalló el Salto del Caballo.
Alguno, claro está, tenía que romper el hielo. Pronto se unió el Toledo al arrebato y sumó una concatenación de acercamientos que culminaron, todos ellos, en centros timoratos. Le faltaba colmillo a pesar de estar bien asentados sobre el césped. Ahí, el equipo cerámico, no estuvo con medias tintas y causó estragos en el área local. La temática dio un vuelco una vez consumido el ecuador de la primera mitad, momento en el que Angelito dibujó un envío nocivo para Joel.
Segundos después, Pepe Delgado, un mago con botas, abrió gas gracias a un pase en profundidad con destino a Tamayo. Aprovechó, el ex del Numancia, y finalizó la jugada con un obús enrabietado. Otro aviso, casi sin tiempo de reacción. Aun así, antes del intermedio, quien de verdad pudo trastocar el luminoso fue Doncel, quien firmó un testarazo a escasos metros de la portería de los verdiblancos. Al final, el balón le taponó magistralmente Chinchu, uno de los últimos en recalar en las filas toledanas.
Premio a la perseverancia
El segundo acto se presentó plomizo para los intereses del Club Deportivo Toledo. Solano, que seguía con la mosca detrás de la oreja por su fallo desde los once metros, esta vez no escatimó en puntería. Así las cosas, desde el balcón del área, probó por bajo y, tras tocar en el palo, el esférico murió besando las redes. Un 0-1 que, por lo visto en la zona ofensiva, parecía merecido. Premio a la perseverancia.
Sin resquemor alguno, pudo haber engrandecido aún más la brecha el CF Talavera a la hora de partido. Entre Dani Simón y Chinchu, otra vez salvador, declinaron una doble ocasión por lado foráneo. No entró por cuestión de centímetros. Dada esa situación desapacible, donde el Toledo opositaba para llevarse un manojo de goles, Santaelena introdujo piernas frescas en forma de mordiente arriba. ¿Cambio de tendencia? Algo sí, pero sin alardes.
Con el paso de los minutos, el derbi fue tornando hacia el típico partido de pretemporada insulso y silencioso. Tanto en la grada como en el pasto… las fuerzas eran un alimento escaso. De hecho, ni la temperatura ayudaba. De vez en cuando, el Toledo iba soltando algún que otro arañazo. Lo de chutar entre los tres palos se le había olvidado al conjunto verde. Por lo pronto, en el vis a vis, el Talavera, que compite en Segunda RFEF y lleva más semanas de rodaje, pasó por encima de su contrincante, en la segunda parte, en un derbi provincial que se calentó en los últimos lances fruto de la tensión y la rivalidad.
Ficha del partido
CD Toledo: Dani Simón, Luna (Piochi, minuto 74), Iván González, Chinchu (Chupi, minuto 57), Stevens (Álvaro, minuto 57), Sergio, Rodri, Pepe Delgado (Gavilán, minuto 57), Tamayo, Angelito (Loren, minuto 83) y Óscar (Ivi, minuto 83).
CF Talavera: Joel, Manolo Molina, López, Pitu Doncel (Cambra, minuto 70), Solano (Álvaro Sánchez, minuto 70), Luis Sánchez, Parapar (Nahuel, minuto 70), Edu Gallardo, Isaiah, Paredes y Riki Mangana (Ferrando, minuto 82).
Mario Peñalver