Al principio del partido los errores fueron mutuos, había muchas pérdidas de balón, el Villarrobledo no comparecía
Después ya era mejor el Don Benito, llegando así dos ocasiones de gol a cargo de Abraham Pozo, la primera un zurdazo que abortó Salcedo y la segunda, un disparo que se fue alto.
Pero cómo es el fútbol, el Villarrobledo marcó en su primera «comparecencia» ofensiva. José Carlos combinaba con el incombustible Pablo García por la banda derecha, este giró, cambió de pierna, centró y Diego Toribio, que había aparecido a las espaldas de los centrales, cabeceó en escorzo a la escuadra de la red. Gran gol. Corría el minuto 22.
Tras ello llegó la lesión de rodilla de José Carlos.
Muy poco antes del descanso, en el minuto 41, llegó el justo empate del Don Benito. Gran jugada de Abraham Pozo, que sirvió al corazón del área para que Artiles enviara como un obús a la red.
Con 1-1 se llegó al descanso.
Tras el mismo, los dos equipos, conscientes de lo que se jugaban, se emplearon a fondo aunque sin ninguna brillantez. Llegaron las ocasiones de Toribio por el cuadro local (minuto 57) e Isma Heredia por los visitantes, tras una gran jugada del inevitable Abraham Pozo (minuto 65).
A falta de 15 minutos para el final, el Villarrobledo se ponía por delante. Iñaqui sacó una falta, peinada impecablemente por un defensor extremeño, Santana, que hizo que el balón buscara allí donde no podía llegar el meta visitante.
De ahí al final, mucha emoción. Otro partido de infarto en el Municipal de la Virgen, que aún se ha convertido en un fortín para los rojillos. Los extremeños dispusieron de dos grandes ocasiones, pero el marcador no se movería.