31 años después, el CD Toledo volvía a vestirse de corto en Valdepeñas y no tuvo una mañana placentera. Dominó, sometió y, cuando el tiempo apremiaba, Chupi se colocó la capa de héroe para anotar el único tanto del partido. Su remate de cabeza valió tres puntos de oro. Un gol que, también, le sirvió a los toledanos para hacer claudicar a un Valdepeñas compacto y parapetado atrás.
La oficina dispersa. Entre lesionados y sancionados, el panorama, poco halagüeño para cualquier mortal del Grupo XVIII de Tercera RFEF, no causó estragos en el CD Toledo. Un equipo que, en fondo de armario, tiene para dar y tomar. Que le falte un ramillete importante de primeras espadas, está exento, por el momento, de malos resultados. Aunque, obviamente, un entrenador prefiere asentarse en el rincón de pensar la semana anterior para conformar la alineación que, por contra, dibujar un once previsible. Principalmente en clave verde, porque la plantilla, variopinta, amplia y cargada de competencia, barrunta cambios constantes dependiendo del rival o campo a visitar.
Para combatir a otra de las caras nuevas de la clase, el CD Valdepeñas, que retornó en mayo a la quinta categoría toda vez que superó por la mínima al CD Sonseca en los playoffs, Alfredo Santaelena puso en liza lo esperado. Respecto a la jornada pasada, solo dos permutas (una de ellas por dolencia), con Óscar Gómez como punta de lanza y Tamayo… en su hábitat cotidiano, el flanco izquierdo.
El haber vivido ‘in situ’ un verano movedizo, con un cambio de técnico a escasas horas de iniciar la liga y modificaciones en la zona noble, para nada ha amedrentado a una ciudad vinatera, Valdepeñas, que ya había olvidado lo que era recibir en su feudo al Toledo. Tocaba vestirse de gala, abarrotar La Molineta y dejarse la garganta por el equipo. Y, encima, fútbol matutino en jornada dominical. La ‘crème de la créme’. Tiempo exquisito, partido con tintes históricos.
Antonio instala un muro
Cinco minutos tardó el CD Toledo en asestar el primer golpe. De tanto masticar la pelota, Tamayo encontró una vía libre y colocó un centro templado al segundo palo que cayó a cargo de Kofi. Aunque, quien puso la épica, la parada felina, fue el meta local mediante una mano providencial al testarazo, a quemarropa, del jugador verdiblanco (hoy de rojo). El Valdepeñas, que tapaba con precinto las zonas interiores, tuvo un pequeño despiste y a punto estuvo de pagarlo caro: Angelito, uno de los más avispados, introdujo un pase por dentro que dejó a Piochi delante de la meta. La jugada tenía visos de acabar el gol, en cambio, el chut del mediocampista llegó manso a las inmediaciones del cancerbero Antonio.
La directriz del entrenador valdepeñero se podía traducir fácil. Compactos entre líneas; aviones al contragolpe. Estilo férreo y directo. Optar por otro juego, y frente al Toledo, no es más que pegarse un tiro en el pie. Y el plan estaba saliendo a las mil maravillas. Ni pintado. Pese a que el cuadro capitalino se topó de nuevo con una intervención magistral de Antonio (hizo añicos un disparo raso y potente de Reguera), el encuentro entró en una fase de congelación en la que los hombres de Santaelena se cargaron de dos amarillas clarividentes. Evitables ambas.
Para alegrías verdes, pronto se volvió a la temática habitual. La de contemporizar, mover rápido el balón y culminar las llegadas en forma de remates. A la coctelera se sumaba la tranquilidad de Yelco, que seguía con los guantes impunes. Sin estrenar. ¿La excentricidad? Que el marcador mantenía el 0-0. Por cuestión de centímetros no anotó Óscar Gómez antes del intervalo. El catalán se erigió por encima de la zaga blanca, remató de cabeza y… Antonio le dañó la existencia.
DESCANSO | 0-0 | Final de la primera parte en La Molineta#ValdepeñasToledo pic.twitter.com/t140dYlJ5G
— C.D. Toledo 🦅💚⚪️ (@CD_Toledo) September 29, 2024
Paciencia y paciencia. Resiliencia. Palabras que retumbaban en las filas de un Club Deportivo Toledo al que se le había atragantado el gol en el primer periodo. Le suele pasar. No le pilla de primeras. Así que continuó monopolizando y encadenando oportunidades. En el 57’, después de una posible pena máxima a favor del CD Valdepeñas que no se señaló, se avistó otra clara por lado foráneo. Centró Rodri y ejecutó Tamayo por encima de la portería. Como se necesitaba más mordiente, Alfredo Santaelena dio entrada a Chupi.
Chupi, de profesión… goleador
Con un Valdepeñas parapetado atrás, el tanto del Toledo parecía cuestión de tiempo. Juli Cacho salvó a los suyos heroicamente al sacar bajo la línea un envío de Stevens, pero, un tramo más tarde, se abrió la lata. En una conexión Kofi-Chupi, el ex del Guadalajara batió al meta local a través de un testarazo que se coló rozando la madera. Premio, muy justo, para un equipo toledano que había estado minando el área vinatero. Además, suponía el primer tanto en contra del Valdepeñas en lo que iba de liga. Para más inri, Juan Arsenal acababa de efectuar un triple cambio. Doble revés.
El CD Toledo, con la ventaja sobre el luminoso, afrontó el largo tiempo de prolongación con garra y coraje. Muy entero y con sangre fría. Así las cosas, Álvaro, Chupi y Óscar Gómez estuvieron cerca de aumentar la renta de un conjunto verdiblanco que suma y sigue (acumula tres triunfos consecutivos y se mantiene en lo alto de la tabla). El Valdepeñas vendió caro su traspié.
Ficha del partido
CD Valdepeñas: Antonio, De la Hoz (Mario, minuto 75), Juli, Patón, Koke, Fer, Noah (Juanan, minuto 63), Yalike (Dani, minuto 75), Nana (Farfán, minuto 70), Samu y Feter.
CD Toledo: Yelco Ramos, Stevens, Chinchu, Luna, Angelito (Loren, minuto 54), Rodri, Reguera, Piochi (Chupi, minuto 54), Tamayo (Álvaro, minuto 61), Kofi (Pepe Delgado, minuto 86) y Óscar Gómez.
Tarjetas: Luna (amarilla, 24’), Angelito (amarilla, 32’), De la Hoz (amarilla, 47’), Stevens (amarilla, 53’), Juli (amarilla, 53’) y Noah (amarilla, 56’).
Goles: 0-1, Chupi (minuto 77).
Mario Peñalver