La junta gestora del Puertollano ha optado por mantenerse callada y no hablar hasta que no mantenga una reunión, mañana jueves, con el técnico, Manolo Zúñiga, que presidirá el vicepresidente del club, Dámaso Arcediano. La reunión se ha propuesto tras el último mal resultado cosechado por el equipo en Écija, donde perdió 3-0, con la idea de aplacar los ánimos, que estaban bastante calientes tras la derrota del cuadro puertollanero.
Así lo confirmó el asesor deportivo del club minero, Santiago Lillo, quien afirmó que «lo mejor es esperar y el viernes que hable quien corresponda, porque ahora es momento de enfriar las cosas, de calmarse, de tener tranquilidad».
Lillo abogó por «la unión de todos, por si hay que mirar por otros objetivos, hacerlo, pero siento realistas y con los pies en el suelo», porque comprendió que «en estos momentos todo el mundo en el club está muy afectado».
Por su parte, el máximo responsable técnico, Manolo Zúñiga, solo quiso referirse al plano deportivo y analizó: «Nos fuimos del partido. Nos faltó poder ofensivo. Fue un querer y no poder, este sería mi titular del partido».