El guardameta José Javier Hombrados fue clave en la victoria lograda por el Guadalajara en Valladolid, ante un Recoletas que se mostró irregular y que jugó a arreones, sobre todo, ante la impotencia de encontrarse una y otra vez con el veterano portero, que realizó 19 paradas.
El Recoletas Valladolid quiso imponer un fuerte ritmo desde el inicio, pero esa velocidad benefició al cuadro visitante, que supo leer bien la defensa 5:1 impuesta por los vallisoletanos y, además, plantear una gran organización en su área, lo que propició numerosos contraataques que dieron ventaja al Guadalajara (4-8).
El técnico vallisoletano se vio obligado a solicitar un tiempo muerto en el minuto 8 para reorganizar a sus jugadores, pero la reacción fue demasiado tímida ante un rival que tenía las ideas mucho más claras en todas las facetas y que anotaba con facilidad ayudado por la floja defensa local.
El Recoletas no encontraba opciones en el plano ofensivo, ya que la defensa visitante se convirtió en un muro, perfectamente rematado en el veterano José Javier Hombrados, y la desesperación se instaló en la plantilla azulona, al ser incapaz de frenar el empuje de los de César Montes.
Guadalajara llegó a adquirir una renta de seis goles (11-17), con un buen juego colectivo que igual resolvía el pivote o, en la continuidad, o con el potente lanzamiento exterior de Paredes, aunque un arreón final de los locales, les permitió recortar diferencias para dejar el marcador 15-18 al descanso.
[ze_summary text=»El cuadro visitante supo leer bien la defensa impuesta por los vallisoletanos»]El cuadro visitante supo leer bien la defensa impuesta por los vallisoletanos[/ze_summary]Tras la reanudación, Pisonero ya puso en juego una defensa 6:0, al igual que terminó la primera mitad, y esa mejoría hizo que el Recoletas pudiera empatar el encuentro a 18 goles, primero y, posteriormente, ponerse por delante en el marcador (20-19), lo que trajo consigo el receso de César Montes.
La arenga resultó efectiva. El Guadalajara aumentó la intensidad defensiva lo que, unido a la seguridad aportada por Hombrados en la portería, derivó en un parcial de 0-3 que les devolvió el control del marcador (21-24) y fue Pisonero el que tuvo que pedir un nuevo tiempo muerto.
El conjunto azulón volvió a reaccionar para equilibrar de nuevo el electrónico (25-25), pero la exclusión de Turrado dio alas al Guadalajara para tomar otra vez ventaja, de dos goles, a tan solo tres minutos del final, que fue suficiente, ya que supo gestionar bien el tiempo, impidiendo al Recoletas cualquier intento de remontar.