El Globalcaja Ciudad Encantada se ha impuesto con más facilidad de lo que el marcador dice a un Villa de Aranda al que le pasaron factura sus muchos fallos en ataque, sobre todo las pérdidas de balón.
Los conquenses necesitaban ganar en su lucha por la permanencia, tras no haberlo hecho todavía en este año 2016, y eso provocó un juego con dudas y dificultades en el ataque.
Lo que no estaba previsto es que el Villa de Aranda se contagiara de esas dudas, lo que al final provocó un partido con muchos fallos y con una justa victoria para el Globalcaja, la primer que consigue ante el Villa de Aranda en Cuenca y en la liga Asobal.
El primer tiempo tuvo de todo en ambos conjuntos. Por la parte positiva, rapidez en las transiciones defensa-ataque, buenos lanzamientos desde los extremos y seriedad defensiva. Pero conforme transcurrían los minutos aparecieron los errores, sobre todo en ataque por parte visitante ya que llegaron al descanso con 10 pérdidas de balón, por cuatro sólo por parte conquense.
Empezó el partido muy bien el Villa de Aranda, lo que le permitió ir mandando en el marcador durante los primeros 15 minutos, aunque con la ventaja mínima, bien es cierto que por culpa del portero local Samuel Ibáñez que estuvo muy acertado a lanzamientos claros de seis metros.
Poco a poco el Globalcaja Ciudad Encantada igualó el partido y, ante un ataque atascado de los arandinos, se puso por delante en el luminoso, a pesar de que a los 14 minutos veía como en una acción defensiva a Thiago Alves le mostraban la roja descalificante.
Las pérdidas de balón por parte visitante, limitaron su acción ofensiva y el Globalcaja no se fue con mayor amplitud en el marcador porque Santana estuvo muy acertado bajo palos, sobre todo, ante los lanzamientos de seis metros.
Tras el descanso, el partido derivó en una pelea con mucho corazón, pero poca cabeza. En alguna ocasión se acercó el cuadro arandino a un tanto, algo tan puntual como cuando los locales dominaban de cuatro.
El partido parecía la final definitiva de algo, visto la imprecisión en los pases y las pérdidas de balón, de nuevo el talón de Aquiles para el Villa de Aranda.
Los dos guardametas se lucieron ante claros lanzamientos, lo que hizo que el luminoso no encontrara mejores guarismos.
A falta de siete minutos para el final, el Villa de Aranda se acercó a uno, 18-17, y eso le dio emoción al encuentro, pero pronto llegó el 20-17 y se acabó el partido.
La recta final era una pérdida de balón en un bando, contestada con otra en el rival. Como dato final, para intentar entender la derrota del Villa de Aranda, decir que perdió 19 balones por 11 el Globalcaja Ciudad Encantada.
En definitiva, victoria muy importante para el conjunto conquense, en su lucha por la permanencia, ante un rival que, sinceramente, no estuvo a la altura de su excelente trayectoria liguera. Hay que resaltar, una vez más, el hermanamiento de ambas aficiones, un ejemplo claro en la liga Asobal.