La atleta toledana Irene Sánchez-Escribano quiere que 2017 sea el año de su confirmación. Aunque sabe que lo tiene difícil ya que tiene que bajar ostensiblemente sus marcas, tiene la mente puesta en el Europeo (en pista cubierta) y el Mundial (al aire libre, en marzo y agosto, respectivamente).
Irene Sánchez-Escribano, muy contenta tras tener su calle 7 en la pista de la Escuela de Gimnasia.
Lo primero, inmediato, cerrar la temporada de cross en Itálica este domingo, y de ahí ya a pensar en la pista cubierta, cuya primera gran cita es el Campeonato de España Absoluto, en Salamanca el 18 y el 19 de febrero (una marca en torno a los 9:15 la llevaría a medalla, su mejor registro es 9:33:18), que antecede al Nacional por clubes, una semana después (Irene acudirá con su club, el Playas de Castellón).
Con todo, la toledana admite que los 3.000 lisos los tiene un poco atragantados, y es que recuerda que su especialidad son los 3.000 obstáculos, «son pruebas muy diferentes», constata.
De cara al Europeo, a finales de marzo, la marca mínima ha bajado a 9:09 (su mejor tiempo es 9:32:33).
Más adelante ya está el Mundial, entre el 5 y el 13 de agosto en Londres. Su mejor marca es 9:42, mientras que debe lograr 9:33. Pero de cara a ambas citas, Europeo y Mundial, se la escucha con ganas de lucharlo sobre todo ahora que ya tiene una huella en la calle 7 en «su» pista de la Escuela de Gimnasia, aquella en la que se crio de la mano de su entrenador José Luis Carbonell: «Con él me empecé a definir como mediofondista, fue muy importante para mí», dice, mientras que con el siguiente, ya en Madrid, Antonio Serrano, afirma que llegó su mejora definitiva.
A Irene Sánchez-Escribano las cosas no pueden irle mejor. El reconocimiento definitivo de su ciudad en «su» pista le ha llegado tras convertirse el año pasado en la primera atleta internacional toledana. El homenaje también le ha llegado del Gobierno de Castilla-La Mancha al concederle este la medalla de plata al Mérito Deportivo en 2016.
La joven que fuera tan bien formada en el club San Ildefonso Mediolanum, con el que además de formarse cosechó éxito tras éxito por cada categoría por la que pasó, tiene una gran futuro por delante, en las pistas y fuera de ellas, ahora que tiene acabada la carrera de medicina. El club toledano lo hizo muy bien.
Irene Sánchez-Escribano, durante su control de tiempos en Toledo.