Todo empezó de casualidad, como tantas cosas importantes en la vida.
La campeona mundial y europea de parakárate, Isabel Fernández, competía en un torneo en Illescas, donde coincidió con miembros del jerezano club Anpehi (un club inclusivo que incluye el nihon tau jitsu y la equitación terapéutica), una entidad que, para concienciar de las necesidades -incumplidas hasta ahora por la sociedad- de las personas con discapacidad física, organiza todos los años un Camino de Santiago con la participación estelar de un deportista discapacitado.
Isabel Fernández les comentó que ella quería hacer el Camino desde hacía años. Dicho y hecho. La toledana ha protagonizado el #retoisabel2019, que ha consistido en recorer 114 kilómetros desde Sarria a Compostela. De martes a sábado de la pasada semana, acompañada por miembros del club (siete más un conductor de un vehículo de apoyo, en total fueron nueve viajeros), Isabel cumplió un reto más.
[ze_gallery_info id=»327604″ ]«Es una gran experiencia. Se la recomiendo a cualquiera», dijo a encastillalamancha.es. Se desplazó no con su silla sino con una que le facilitaron los organizadores. Objetivo cumplido: la parakarateka se dio el gusto de recorrer el tramo final del mítico Camino de Santiago y ayudó a concienciar sobre el camino que aún le queda por recorrer a la sociedad sobre su deber para con los discapacitados físicos.
La deportista toledana vive una época de esplendor después de sus éxitos internacionales. Se acaba de examinar para obtener el segundo dan y, a diferencia del resto de los mortales, está deseando que llegue el próximo 1 de septiembre para empezar a trabajar, en régimen de comisión de servicio, en la Academia de Infantería de Toledo.
Isabel Fernández, quien explica que aún podría trabajar en otro destino de España si quedase una plaza libre, añade que su retorno laboral al Ejército es por seis meses prorrogables a otros seis. En cualquier caso, es un gran paso, enorme, para ella, tras tanto tiempo de larga espera, jalonada, eso sí, por un regreso tan espectacular al deporte de su vida, el kárate.