Tiene solo 28 años y es de Pedro Muñoz (Ciudad Real). Hace una semana le comunicaron que era árbitro de Segunda División, uno de los cuatro que han ascendido gracias solo a los informes favorables de los informadores registrados a lo largo de la temporada. Se llama Jesús Muñoz Mayordomo y, lógicamente, está «muy contento». Si por algo se define es por «la personalidad», ya que trata de que nada le influya, y menos el factor campo, en el momento de tomar las decisiones.
Empezó en esto del arbitraje a los 18 años. Nunca ha jugado al fútbol en serio, pero sí que le debía gustar porque a dicha joven edad hizo un curso de arbitraje y ahí empezó todo: ha pasado por el deporte base, juveniles, Segunda Autonómica, Primera Autonómica, Preferente, Tercera, Segunda División B y, finalmente, Segunda A.
Dice estar obviamente «muy contento» por su ascenso a la categoría de plata del fútbol español. Preguntado sobre si se considera un árbitro «dialogante», cree que «no hay árbitro dialogante como tal, sino que depende en función del partido». «Prefiero dialogar, pero luego hay que decidir», aclara quien se considera un colegiado «con personalidad», porque asegura que no se deja influenciar por factores externos como el del campo ni por ningún otro.
Preguntado sobre si tiene algún árbitro favorito, de referencia, dice que le «gusta alguna cosa de los 20 que hay». «No me decanto por ninguno. Cogería algo de todos», responde.
No es de ningún equipo, aunque asegura que ve mucho fútbol.
El salto de la 2ªB a la Segunda División es considerable. Hablamos ya de categoría nacional. ¿Sabe cuánto va a cobrar más por partido?: «Si te digo la verdad ni sé lo que voy a cobrar por cada encuentro. Hace solo una semana que me comunicaron la noticia, pero es que nunca he sabido lo que me iban a pagar antes de cada ascenso», contesta.
En todo caso asegura que va a compaginar los arbitrajes con su trabajo habitual, profesor de Educación Física en un instituto de Enseñanza Secundaria.