Jesús Serrano Lara ha sido capaz de conseguir lo que, según él, es «el sueño de cualquier deportista»: competir en unos Juegos Olímpicos. Un sueño que para este tirador olímpico, que compite en la modalidad de foso olímpico y que nació en Tomelloso (Ciudad Real) en 1978, no es su primera experiencia en la villa olímpica. En su debut en unos Juegos, en Pekín 2008, consiguió una meritoria décima posición.
Pero el excelente palmarés de Jesús no se limita a su participación en las Olimpiadas celebradas hace cuatro años en China. Su dilatada trayectoria en la Copa del Mundo está cuajada de éxitos y medallas, entre ellas dos de oro, las que consiguió con sus victorias en Maribor (Eslovenia) en los años 2007 y 2011. También puede presumir de conseguir una segunda posición en la Copa del Mundo de El Cairo (Egipto) en 2009 y dos medallas de bronce, en Granada en 2003 y en Chile en 2011.
Gracias a esta brillante trayectoria, nuestro olímpico no se presiona mucho de cara a la cita londinense. Para él no existe otro objetivo que no sea «evitar el tener lesiones para poder disfrutar». Aunque, como es lógico, acude dispuesto a «hacer un buen puesto», pero sin marcarse metas concretas.
La razón para que Jesús esté tan tranquilo a la hora de afrontar los Juegos Olímpicos es la dura competencia que existe en la modalidad de foso olímpico. Y es que, según él «las plazas no se obtienen por país, sino en las Copas del Mundo y de Europa, así que sólo están los mejores». De hecho, ve la competición tan igualada que afirma que «cualquier tirador tiene tantas opciones de quedar el primero como el último».
Si Jesús consiguiera una medalla, hay una persona muy especial de la que se acordaría en ese momento: «Mi hija».
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