La Federación Española de Piragüismo (RFEP) ha informado de que, como consecuencia de la evolución de coronavirus, ha cancelado 14 competiciones en las especialidades de aguas tranquilas y ha reubicado a una decena de palistas, entre ellos el talaverano Paco Cubelos.
El piragüismo toma medidas por el coronavirus
Las competiciones canceladas eran de eslalon, kayak de mar, maratón, kayak polo y barco dragón, mientras que los palistas rehubicados han tenido que abandonar la residencia Blume, en Madrid, y se han trasladado a dos viviendas en las cercanías del pantano de Picadas, en el que se entrenan habitualmente.
El director técnico de la entidad federativa, Ekaitz Saies, ha explicado que las decisiones «se adaptan» a la situaciones creadas por la evolución de la enfermedad del COVID-19 y a las directrices dadas por las autoridades sanitarias.
10 palistas
«De momento solo hemos tenido que reubicar a los 10 palistas que estaban concentrados en la residencia Blume de Madrid, que ya se encuentran instalados en viviendas cercanas a Picadas», ha dicho en referencia a Paco Cubelos, Íñigo Peña, Pelayo Roza, Pedro Vázquez Llenín, Javier Hernanz, Isabel Contreras, Begoña Lazkano, Natalia García, Laura Pelachs y Aida Bauza.
Saies ha advertido de que quedan pendientes «varios dilemas», el más inmediato afecta al equipo nacional de eslalon que se encuentra entrenando estos días en Londres, donde los días 4 y 5 de abril está previsto que se dispute el selectivo del que saldrá el nombre de la palista que representará a España en C1 en los JJOO de Tokio.
«No descartamos que se cierren fronteras en otros países»
«En principio nuestro equipo regresaría a España la próxima semana y volvería a la capital inglesa el día 22, pero no descartamos que se cierren fronteras en algunos países. Vivimos con una gran incertidumbre por la situación cambiante, así que lo más probable es que regresen a España priorizando que estén en sus casas».
Otros dos escenarios comprometidos son los controles selectivos de cara a decidir las plazas nominales para la próxima competición olímpica en la especialidad de esprint que afectan al K1 200 femenino y al K4 500 masculino.
El K4
En el caso del K4, la neumonía por coronavirus ha obligado a la Federación Española a apostar por Trasona (Asturias) y descartar la localidad catalana de Castelldefels para realizar los días 19 y 20 de marzo el test de la primera de las tres fases para seleccionar los cuatro tripulantes de esta embarcación, a la que aspiran los campeones olímpicos Saúl Craviotto, Marcus Cooper Walz y Cristian Toro, además del diploma olímpico Rodrigo Germade y los medallistas mundiales Carlos Arévalo y Carlos Garrote.
Únicamente los seis palistas participantes, dos entrenadores y el equipo arbitral podrán acceder a las instalaciones de Trasona, donde se ha reubicado el selectivo ante la imposibilidad de celebrarlo en Castelldefels por la imposibilidad de montar el sistema automático en el campo de regatas que debía instalar un técnico que no ha podido viajar por el cierre de fronteras en Italia.
Por su parte, el K1 200 mujeres se celebrará el día 3 de abril en Verducido (Pontevedra), donde la gallega Teresa Portela busca poner su nombre a la plaza de clasificación para Tokio, donde se convertiría en la primera deportista femenina española en participar en seis JJOO.
El capitán de la selección española, Paco Cubelos, ha explicado que a raíz del cierre de la residencia Blume, la entidad federativa ha proporcionado a los palistas una casa en la que que vivir, como opción para «estar tranquilos y aislados», cercana al embalse de Picadas.
«Estamos bien y entrenando con normalidad, dentro de la histeria colectiva que se ha generado», ha añadido el subcampeón mundial de K2 1.000 metros, una de las embarcaciones españolas clasificadas para JJOO de Tokio.
El castellano-manchego ha agregado: «Intentamos poner un poco de calma y seguir entrenando, expectantes ante lo que va a pasar con las competiciones que también nos preocupa mucho».