Ella dice que el kárate es la forma de expresar todo lo que lleva dentro. Sobre ella dicen que fortaleza mental es un gran virtud. Su dura y cuidada preparación relucen su estado físico para rayar a altísimo nivel. El oro olímpico que ya cuelga del cuello de la talaverana Sandra Sánchez certifica un triunfo de la mejor deportista de katas de la historia. Un camino que no ha sido nada fácil y que ha llegado con 39 años, cuando hace algún tiempo estuvo a punto de abandonar este deporte la niña a la que apuntaron a ballet, pero que ella quiso hacer kárate, como su hermano Paquito.
Un oro olímpico en la cuna del kárate, Japón, país al que se siente muy ligada, donde se atreve con algunas palabras de su idioma y el lugar en el que ha sabido conectar su cuerpo y su mente para realizar los mejores movimientos y vencer a la karateca local, Shimizu, para saborear la gloria olímpica, el triunfo de una deportista que durante mucho tiempo no esperaba el éxito en las katas cuando fue apartada de las competiciones internacionales, pero que su tesón la llevó a volver a una carrera deportiva que le ha dado innumerables éxitos, ahora con un oro olímpico como colofón.
¡¡¡La talaverana Sandra Sánchez gana el oro en los Juegos Olímpicos de Tokio!!!
La niña que no quiso hacer ballet
Quizá la Sandra Sánchez niña intuía algo. Porque su actividad extraescolar no iba a ser el kárate… Sus padres la apuntaron a ballet, pero ella quería hacer kárate, imitando a uno de los referentes de su vida, Paquito, su hermano mayor. Desde los 4 años se puso el karategui, aunque el éxito deportivo no lo comenzaría a llegar hasta después de los 32, con una trayectoria de ensueño, logrando un oro en Tokio cuando está a punto de cumplir los 40.
Una decisión que cambió su carrera
Premio Nacional del Deporte, Medalla de Oro de Castilla-La Mancha, y récord Guinness de más medallas en pruebas de la Premier League de Kata, el laureado palmarés ha llegado a una edad tardía y fruto de su perseverancia para alcanzar el éxito, del que una pequeña parte también se lo debe a su entrenador y pareja, Jesús del Moral, en quien Sandra confió para volver al máximo nivel…¡Y vaya si lo hicieron!
¿Pero qué alejó a la talaverana del camino al éxito durante unos años? Hubo una decisión que marcó su vida, que da muestra de sus valores y que seguro que no se ha arrepentido ni un segundo en su vida. Dejó el Centro de Alto Rendimiento de Madrid donde entrenaba, la conocida Blume, para estar con su madre. Le había diagnosticado cáncer y Sandra no lo dudó. Debía estar con su madre.
Su decisión no fue muy bien entendida en la Federación y prácticamente tuvo que elegir entre el kárate o ayudar a su madre. No había decisión que tomar para la karateca, pero su muestra de humanidad y amor le terminó pasado factura deportiva, puesto que dejó de contar para las competiciones internacionales.
Por un tiempo el kárate pasó a un segundo plano. Tras finalizar sus estudios de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte con 24 años se fue a Australia para aprender inglés. Allí conoció a Jesús, quedó prendada sobre su manera de entrenar y tuvo claro que con él sí volvería a la competición. Comenzaron a entrenar juntos para unos años después cosechar los triunfos labrados.
En 2015 comenzarían a llegar los grandes resultados, con innumerables victorias en la Premier League, seis Campeonatos de Europa consecutivos y el dos Mundiales, tanto en 2018 como en 2019. En Tokio 2020 ha sido la primera campeona olímpica de la historia en katas, y también podría ser la última, porque el kárate desaparece el panorama olímpico en París 2024.