La U.B. Conquense inicia el año recibiendo al Sestao River en la última jornada de la primera vuelta del Grupo II de la Segunda división B, con la necesidad de conseguir los tres puntos y poder encarar la segunda vuelta con 20 puntos, que le darían opciones de meterse de lleno en la lucha por la permanencia.
Todo lo que no sea ganar el partido del domingo en La Fuensanta ante el conjunto vasco supondrá un déficit de puntos muy preocupante en el ecuador de la liga.
La plantilla blanquinegra ha vuelto al completo a los entrenamientos, por lo que Jordi Fabregat tiene en principio a todos los jugadores a su disposición, salvo imprevistos de última hora.
El técnico balompédico es consciente de la importancia de ganar ante el Sestao, por eso ha considerado que el encuentro es vital: «porque nos engancharía a la zona en la que estaríamos cerca de salir del descenso».
No obstante, Fabregat ha advertido que una victoria «sólo sería una solución momentánea» y ha opinado: «tenemos que afrontar que para salir de donde estamos necesitamos tres victorias en poco tiempo y eso no será fácil».
«Todo ello pasa por ganar el primer partido que es el del domingo, por eso para nosotros el encuentro ante el Sestao es como una final, parece un tópico, al decirlo, pero es así», ha añadido.
Ha confiado en que su equipo mejore el comportamiento ante su afición y, al respecto, ha admitido: «en La Fuensanta no hemos estado a la altura de la temporada pasada, ni a nivel de juego, ni de resultados».
«Nuestra obligación es hacernos fuertes en La Fuensanta y que el equipo se adapte a jugar con el déficit de puntos que tiene», ha aseverado el entrenador del Conquense.
Mientras tanto, el club sigue gestionando la salida de los jugadores Nacho Quirino y Di Biase, a los que se les ha comunicado que el técnico no cuenta con ellos.