El CD Puertollano jugará la próxima temporada en Tercera División, según dictaminó la asamblea de socios reunida en la Casa de la Cultura de Puertollano, una decisión que se ha tomado con 180 votos a favor, ocho abstenciones y un voto en contra.
De los 947 socios que el conjunto minero tiene con derecho a voto, en la noche del sábado 14 solo acudieron 189 a la asamblea que dictaminó que el club siga en Tercera División, donde ha caído por descenso administrativo ante el impago de 350.707 euros a la plantilla.
Así, para tramitar las fichas se tienen que abonar unos 45.000 euros antes del 25 de julio.
Según ha confirmado el letrado Guillermo Fernández, el club acumula una deuda de 2.015.343 euros, pero al estar el CD Puertollano en proceso concursal, autos del Tribunal Supremo admiten que en clubes deportivos pueda haber una quita superior al 60 por 100, a pagar en un mínimo de cinco años y hasta de ocho años.
Guillermo Fernández ha apuntado que la deuda llega «por la falta de subvenciones públicas, con lo que de activos el club tiene la sede y el material deportivo».
Jesús Javier Jiménez, asesor jurídico de la entidad, fue quien expuso el descenso administrativo, confirmado el 2 de julio, por el impago de las nóminas de los jugadores, una cantidad que asciende, según la Comisión Mixta, a 350.707 euros.
A esta cantidad, hay que añadir unos 57.000 euros más, que es la deuda pendiente con el entrenador Manolo Zúñiga y sus ayudantes José Manuel Gil y Jaime Prado, que también se tiene que abonar para tramitar las fichas.
Además, hay que hacer frente a las de los técnicos del Puertollano B y de los juveniles, ha añadido Jiménez, quien ha adelantado que si el CD Puertollano sigue en Tercera División, hay que poner en marcha un nuevo proceso electoral.
El historiador y expresidente Luis Pizarro propuso que el abogado Guillermo Fernández sea el presidente.
«El club no puede desaparecer y con él, sus 64 años de historia», ha aseverado Pizarro.
Todos los socios están de acuerdo en que «en el CD Puertollano debe producirse una regeneración, un lavado del imagen, en la que el club no aparezca como moroso y sí con seriedad y estabilidad de futuro».