Que el joven corredor de medio fondo Lucas Búa es toda una promesa nacional de los 400 metros ya se sabe. No se le ha escapado a la Diputación de Toledo, que por medio de la Prensa Deportiva le ha distinguido con uno de los galardones de este año dados por la institución provincial.
Empezó jugando al fútbol a los seis años pero se pasó al cross porque el deporte rey le «aburría».
Lucas Búa, que acaba de terminar quinto en el Campeonato de España absoluto en los 400 metros libres, comenzó jugando al fútbol a los seis años, pero lo «traicionó» por el atletismo ya que el deporte rey, admite, le «aburría». Por eso, a los siete años, se pasó al cross y al aire libre. Y poco a poco ha progresado hasta convertirse en uno de los mejores valores a nivel nacional en los 400, una prueba no precisamente «toledana», ya que esta es una tierra propia de fondistas.
El joven atleta toledano no duda en decir el nombre de su atleta preferido: cómo no, Usain Bolt. Y, en su prueba, la de los 400 metros, el campeón olímpico Kirani James.
El premio de la Diputación que le ha otorgado la prensa deportiva le ha hecho ilusión. «Un premio siempre ilusiona, y más si te lo dan en tu provincia. No me lo esperaba», afirma. Hoy no tiene ninguna carrera que le impida recoger el premio a las 20 horas en el Auditorio de Caja Rural Castilla-La Mancha, acompañado por sus padres.
Y es que ahora disfruta de un descanso de dos semanas, antes de que comience el trabajo de cara a la temporada al aire libre. Entonces hará algún control antes de disputar el Campeonato de España Universitario, previo al Nacional júnior de Tarragona. Pero el gran objetivo del Europeo de Praga se mantiene, para lo cual debe lograr la marca mínima. ¿La conseguirá? «Aún es pronto», se confiesa más cautamente que hace algunas semanas.
Sobre la final del Campeonato de España, reconoce que no dio todo lo que tenía de sí.