«Ha sido un ciclo complicado, lo que lo hace más meritorio aún». Quien habla así es el entrenador de la Selección española de piragüismo Luis Brasero (Talavera, Toledo), y se refiere a la «dorada» (por magnífica) actuación del piragüismo españo en Río de Janeiro, que se saldó con cuatro metales (tres oros y un bronce) y cuatro finales. Con lo de «ciclo complicado», se refiere a los recortes, que se cebaron con las federaciones minoritarias, como la que nos ocupa. A Brasero le conciernen el oro de Marcus Cooper, en K1 1000, y el quinto puesto del K4 1000 (Javier Hernanz, Óscar Carrera, Rodrigo Germade e Íñigo Peña).
Luis Brasero, a la derecha, junto al campeón olímpico Marcus Cooper Walz momentos después de que éste se proclamara campeón olímpico en Río de Janeiro.
Brasero añade, en alusión al «ciclo complicado» que vivieron: «No hubo concentraciones. Dejamos de crecer, la Federación de invertir, por eso ha sido muy meritorio; pero, a diferencia de Londres, donde la preparación fue muy acelerada, preparamos mejor estos Juegos Olímpicos, a los que les dedicamos cuatro años de forma exclusiva», explica quien descansa ahora en Cádiz tras tanto ajetreo olímpico.
El talaverano ha sido el entrenador de los 1.000 metros, en K1, K2 y K4. Con el sorprendente medalla de oro Marcus Cooper Walz lleva cuatro años. De él dijo públicamente que lo veía venir: «Ya había ganado el Europeo júnior. Pensaba que su momento llegaría, pero más tarde, en Tokyo. Tiene unas posibilidades infinitas. Es joven y no respeta a nadie. Hay que ser un superdotado para hacer lo que ha hecho. Sabía que tenía mucho talento y que tenía posilidades», dice de él.
En el camino olímpico, por el contrario, se quedó el también talaverano Francisco Cubelos, del que dice Brasero que dominó su categoría estos últimos años pero «la injusticia del deporte le hizo tener un mal día, lo que es una pena, le ha pasado un misil deportivo…»
«AHORA LLEGARÁN LOS BENEFICIOS DEL EXCESO»
Con los éxitos de Río, señala Brasero, llegarán «los beneficios del exceso en forma de becas más cuantiosas, más caso del CSD (Consejo Superior de Deportes) a la Federación, más esponsorización», reflexiona (las autoridades deportivas han avanzado que el esfuerzo económico oficial de cara a Tokyo irá en función del rendimiento que ya se ha dado en Río sin tener en cuenta la magnitud de las federaciones).
Luis Brasero, otro deportista talaverano más de élite (y van…), es entrenador de la Selección desde 2011, de la Selección Sub-23 desde 2009. Empezó como palista a los 14 y ya a los 18 empezó a ser entrenador. Ahora tiene 43 años. Forjado en el Club Talavera Talak, mantiene una relación excelente con el mismo. La otra gran pasión de Brasero, además del piragüismo, es su trabajo: es bombero en Talavera. Siente un gran «satisfacción» por los éxitos de Río de Janeiro.
En adelante hablará con el presidente de la Federación de piragüismo a ver si le ofrece un «proyecto ilusionante», cuya meta dorada será Tokyo. ¿Habrá hecho méritos suficientes Luis Brasero para seguir de entrenador de los 1.000 metros?
Obviamente, se trata de una pregunta retórica.