Manolo Cano, que está a punto de estrenarse en liga al frente del banquillo del Guadalajara, asume sin rodeos el objetivo del ascenso. No le arredran ni las declaraciones del alcalde Antonio Román (en las que decía que hay madera suficiente paa ascender) ni el hecho de que el Depor es su banquillo de más rango profesional hasta la fecha. Es ambicioso, pues.
Y está muy satisfecho de la pretemporada y de la plantilla que tiene a falta de dos hombres de ataque porque admite que falta definición. Avanza que dichos refuerzos vendrán en breve.
Manolo Cano, el nuevo míster del Depor, es un técnico que ha dejado un «proyecto importante» como el del Numancia para asumir el reto del ascenso con el equipo morado.
«La ciudad está preparada para volver a Segunda», dice Cano, quien recuerda que sufrió el descenso administrativo del Depor por dos amigos que tenía en él. Aunque no quiere remover agua pasada, opina que «fue un tema injusto en el que no se trató a toda la gente por igual, el Depor pagó los platos rotos».
Él tiene bien asumido el reto: «La prioridad es estar en Segunda», espeta.
A Cano se le escucha animado. Muy contento con lo que tiene a excepción del ataque, en el que el club pescará a dos atacantes antes del inicio de la liga, n el río revuelto del último plazo. Por eso dice que los platos fuertes de su plantel son «la solidez defensiva y el balón parado, pero falta la finalización».
LOS DOS DELANTEROS…
En este último punto, sabe que lo que falta son esos dos puntas reseñados.
Manolo Cano quiere un equipo sólido, sobre todo pensando en la «gran rivalidad que se va a dar en el grupo II, donde habrá partidos a domicilio muy físicos», apunta. Debido a ello no destaca a los que cree mejores equipos, aunque deja escapar al final al «Castilla, al Barakaldo, al Real Unión, y al tapado de siempre, que bien puede ser el Socuéllamos, nuestro primer rival, muy reforzado cuyo plantel se conoce muy bien».
Manolo Cano es un hombre marcado futbolísticamente por Anquela, con quien firmó los años de gloria, de frenesí, de la AD Alcorcón, incluido aquel memorable 4-0 al Madrid: «Aquellos marcó un antes y un después y demostró que con trabajo y confianza todo es posible», afirma.
Admirador, además de Anquela, de Johan Cruyff como técnico, añade en esta lista a su continuador en el Barça Pep Guardiola y a Capello y Anchelloti por la forma de dirigir los vestuarios; el míster del Depor cree que el entrenador tiene un poco más de «culpa» que los futbolistas en el éxito o el fracaso de un equipo.
De su nueva afición, aunque ha tenido poco tiempo para conocerla, dice: «Le encanta el fútbol y que la gente se lo deje todo, así la recuerdo cuando vine aquí, espero que siga así».
Por otro lado está muy satisfecho con la pretemporada realizada por su equipo, el de más categoría que ha dirigido: «Muy bien en lo físico, nos han respetado las lesiones, reseñando solo las molestias musculares de José Ángel; todo muy bien menos los dos primeros partidos en los que faltó asimilar cosas. El equipo ha adquirido solidez y dinamismo, ha sido una pretemporada muy completa».
Por último, Cano, está «muy contento» con lo que tiene, con lo que ha pedido, a la espera de esos dos atacantes que vendrán. Porque admite que falta pólvora.