Jorge Maqueda (Quero, Toledo), uno de los puntales de la Selección española de balonmano que una vez más se ha quedado a un paso de la gloria en unos Juegos, aún se lamenta de aquel final de infarto y polémico contra los franceses: «Cuando cuatro años de preparación te los juegas en el último segundo y de rebote… Además, no nos dijeron que el jugador estaba pisando la línea…». Ya en frío, admite que lo fatídico de aquel partido para España fue esa fase de 10 minutos en la segunda parte en que España fue incapaz de marcar un solo gol. En Quero ha celebrado con los amigos la buena actuación en Londres. No hubo, pues, agasajo oficial.
Acabados los Juegos llega de nuevo el trabajo (tras un breve descanso) para Jorge Maqueda, que hoy mismo viaja a Francia para iniciar los entrenamientos con el Nantes francés, donde jugará los próximos tres años. Sus paisanos, sobre su aventura francesa, están encantados: «Si la cosa está tan mal, hay que abrir mundo» le dicen. «Además, a ellos les viene bien, ya que vendrán a verme, ja, ja», comenta el gran jugador quereño, quien ya ha recuperado la ilusión ante un nuevo reto.
¿Le han hecho algún homenaje en su localidad natal, Quero?
No, todo se ha quedado en una celebración entre amigos.
¿Hubo mucha frustración por no haber pasado de cuartos de final en los Juegos, no? (la Selección masculina de balonmano quedó apeada en los cuartos de final contra Francia en un final de infarto y polémico).
Sí, a todos nos quedó un mal sabor de boca. Cuando la preparación de cuatro años te la juegas en una jugada en el último segundo, de rebote, y sin decirnos que el jugador francés estaba pisando la línea…
Son humanos. La plata de las chicas (la Selección femenina solo cayó en la final contra USA), ¿no les ha frustrado todavía un poco más o prevalece la alegría por el éxito de unas compañeras de deporte?
Esto segundo, sin duda. Nos alegramos mucho por ellas. Lo sentimos como triunfo nuestro, como si fuera nuestro. Hablamos con ellas, que nos contaron lo satisfechas que estaban.
Ya en frío, pasado un tiempo desde ese fatídico partido, ¿qué valoración hicieron del mismo, fue tan decisivo el final?
Efectivamente, en frío nos dimos cuenta de que, más que el polémico final, fue clave ese tramo de 10 minutos en el segundo tiempo en el que fuimos incapaces de marcar.
Su aportación a la Selección en estos Juegos ha sido muy buena. ¿No le consuela eso un poco?
Es poco consuelo. Estuve bien, pero lo que importa es el grupo. Todos estamos mal, jodidos.
Pero, insisto, sus números fueron muy buenos, aportó mucho al equipo.
Sí, se me han dado unos buenos Juegos. Esta vez me han salido bien las cosas. Otras veces no sale bien. Así es el deporte. Por ese lado, estoy algo contento.
Pasados los Juegos, el balonmano es uno de tantos deportes en los que la crisis está haciendo estragos…
Sí, están muy mal las cosas aquí en España, están desapareciendo clubes por problemas económicos, como el San Antonio. La liga ha bajado mucho y por eso los jugadores nos tenemos que buscar las castañas fuera de casa. Pero también en el extranjero hay crisis: por ejemplo, el Copenhague, que llegó a semifinales de la Copa de Europa, también ha desaparecido.
Usted fue previsor… (fichó por el Nantes francés, en el que jugará las tres próximas temporadas).
Más que previsor, en un momento dado me llegó una buena oferta del Nantes y la acepté.
¿Tiene casa ya en Nantes?
Sí, fui a buscarla antes de ir a los Juegos.
¿Y el francés, lo domina?
Poco. Tendré que ponerme las pilas y estudiarlo.
¿Cuál es el nivel del Nantes?
La pasada campaña quedó cuarto en la liga, o sea que jugará la EHF (que es como la Liga de Campeones de fútbol).
¿Y en relación al nivel de la liga española?
Los equipos están parejos. Sería como el cuarto mejor de la liga española.
¿Cómo se siente antes de jugar con el Nantes?
Ilusionado. Aunque tengo un poco de miedo por el idioma…
¿Teme que pasados los Juegos se le haga menos caso al balonmano, como antes de la cita olímpica?
Seguro. Se volverá a lo de antes, o sea, que se volverá al fútbol, nos harán menos caso.
¿Qué piensan en su pueblo, Quero, de la aventura francesa?
Me dice que si están las cosas así, hay que ‘abrir mundo’. Además, a ellos les viene bien, ya que me vendrán a ver, ja, ja.