La reciente campeona de España de kárate, la toledana María Espinosa, espera que su reciente tercer título nacional seguido, le sirva para que la capitana de la Selección la convoque para el próximo Europeo, que se celebra en Turquía en mayo. Sigue dependiendo de su criterio.
La campeona de España ya ha formado parte de la Selección en categoría absoluta. Fue en el pasado Europeo, cuando compitió por equipos (no pasaron de la segunda ronda). Esta vez espera que su título nacional (se lo llevó tras ganar en cuatro combates) le sirva para competir en el Europeo, en individual.
Otro gran reto que le queda en lo que queda de temporada es el Nacional de clubes. Además, ahora acude Portugal, el 28 de abril, una nueva prueba del Circuito Mundial, a ver si puede lograr «alguna medalla y así subir un poco en el ránking mundial, a ver si las cosas salen bien y la seleccionadora no tiene dudas», comenta.
«Ir al Europeo sería una alegría muy grande»
«Ya solo acudir al Europeo en individual sería una alegría muy grande porque nunca he ido», insiste
La toledana -obviamente como todos los karatekas- espera que su deporte vuelva a ser disciplina olímpica. Ahora que hasta dentro de unos años el kárate no será deporte olímpico, el Circuito Mundial servirá, como antes, para dirimir el ránking internacional por estrictos resultados obtenidos. Y revela María Espinosa que al parecer hay intención de usar dicho ránking para dar el pasaporte directo a europeos y mundiales (ahora es discrecional, a cargo de los seleccionadores).
El pasado mes de febrero participó en otra prueba del Circuito Mundial, en Pamplona, y no se le dio bien, ya que perdió en la primera ronda. «Me disgustó mucho ya que me había preparado muy bien. No me gusta hablar de los árbitros, pero…».
La siguiente cita mundialista, ya en marzo, fue Dubai; hizo tres combates y no logró clasificarse para la fase siguiente.
Orgullosa del club Kidokán de Toledo
María Espinosa está orgullosa de su vinculación, que aún perdura, con el Club Kidokán de Toledo. Allí se formó y, cuando está en Toledo, sigue entrenando en el club, porque en él está «más centrada», junto al director del mismo, Álvaro Jiménez, excampeón de España universitario. De hecho, María conoce a Álvaro y hace kárate con él desde que este tenía la escuela en su pueblo, Polán.
«Hemos ido de la mano. Empezamos juntos, ya que era conocido de mi hermana. Toda su trayectoria como entrenador ha coincidido con la mía como competidora. Kidokan es mi casa, donde mejor entreno. Siempre que tengo que desconectar, entreno en casa», subraya.
Parece que la campeona de España valora la pertenencia al grupo. De hecho, cuando se le pregunta por sus referentes, alude a los «mayores de los gimnasios» en todas las categorías en que ha competido. «Es muy importante el círculo cercano en el que te mueves; todos tenemos referentes, como Rafael Nadal, pero un referente debe ser también una persona que conoces. Que yo haya formado parte de esos equipos en todos los niveles… yo siempre me fijaba en esas personas. Me decía: ‘¡Estoy donde están ellos!’
«Sobrevivo del kárate»
Lleva seis años viviendo en la Residencia Joaquín Blume, en Madrid, lo que le permite cubrir gastos. Pero cuando se le pregunta si puede vivir del kárate, siempre responde: «Sobrevivo, no tengo ningún gasto pero tampoco ningún ingreso». Ya piensa muy seriamente en el futuro, por eso ha terminado Ciencias del Deporte y ha empezado psicología (que estudia becada por la UCAM). Dice que desde que está en el deporte profesional sabe de la importancia de la psicología deportiva.
«La educación física me gusta mucho y ser profesora me agradaría; y estando aquí te das cuenta de que la psicología deportiva es muy importante», señala al respecto.
«En el kárate se ha avanzado mucho en igualdad»
Es obligado, cuando se habla de con una deportista, preguntarle por la igualdad en el mundo del deporte. Al respecto, responde que «en kárate se han hecho muchos avances«. En el último Campeonato de España hubo tantos equipos masculinos como femeninos, cinco (antes solo había tres en mujeres), y es que cada vez hay más igualdad, el número de competidoras es más grande; también ha ocurrido con los pesos, antes nosotros teníamos menos. Lo que ocurría era que anteriormente se veía el kárate como un deporte solo para chicos, pero ahora se ve también un deporte para mujeres», reflexiona.
Y este momento alude a todo un referente no solo del kárate sino de todos los deportes, Sandra Sánchez. «Su ejemplo anima que las chicas sigan, no lo dejen, y al llegar a categoría sénior, haya tantas competiciones como en chicos porque ya hay chicas suficientes», concluye.