El joven piloto Mauro González Rojas, de 13 años, torrijeño, se proclamó campeón de España en la categoría Maxi GP 220 tras solo dos años corriendo, frente a rivales que se manejaban más más tiempo que él a bordo de una moto. Por eso apunta a muy buenas maneras este admirador de Dani Pedrosa que empezó a pilotar después de que el malogrado Dani Rivas le dejara la suya para que diera una vuelta al circuito, aunque desde que tuvo cinco años ya apuntaba sobre una mini-moto.
Mauro González se proclamó campeón de España en el Gran Premio de Cheste.
Su padre, cuando lo vio sobre una minimoto a los cinco años, ya comprobó que le gustaba, y mucho. El padre era, y es, piloto. Su hermano falleció en accidente de moto, lo que hizo que el padre del joven piloto, Mauro, dejara de correr por un tiempo y «animó» al hijo a que no siguiera por ahí.
Hasta que, cuando el joven tenía 11 años, el fallecido Dani Rivas le dejó una moto para que la probara, después de que el progenitor volviera a correr. Y en dos años Mauro González Rojas, torrijeño de 13 años, no ha parado de aprender. Y de ganar. En su primer año compitió en mini-motos, en la Liga Interescuelas, en la que no hay podios. Pero en el segundo año, ya en Maxi GP 220, «lo petó». Se proclamó campeón de España de mini-velocidad, tras participar en las pruebas de Conil (Cádiz), Cotar (Burgos), Zuera (Zaragoza), La Fortuna (Murcia) y Cheste (Valencia).
Su progenitor lo define como «fino, no agresivo, rápido, centrado». Su sueño, obviamente, es correr algún día el Mundial de MotoGP.
Como siempre sucede en estos casos de niños prodigio del motociclismo, Mauro padre admite que es un deporte muy caro. Tras proclamarse campeón de España se ofrecieron a Mario hijo dos equipos, que pedían como mínimo 30.000 y 40.000 euros, cantidades que esta familia no se puede permitir, así que esta temporada va a correr por libre, aún en la categoría Maxi GP 220 (hasta los 15 años). Va a competir en el Campeonato Interterritorial (con una moto más grande, la TPR-85), por comunidades (CIV), mientras que podría tomar parte en alguna carrera del Campeonato de España de velocidad (CEV) para que vaya adquiriendo la experiencia que ya tienen sus oponentes.
El joven campeón de España entrena tres días entre semana (a razón de tres horas diarias) en la escuela Adam Racing, en Recas (Toledo), la ex Lorenzo Competición. El trabajo semanal no termina aquí, ya que los sábados por la tarde hace motocross y los domingos, «flat track» (sobre pista sin saltos y con curvas cerradas, para entrenar aspectos como el derrapaje).
Como todos los padres de estos jóvenes pilotos, Mauro es muy consciente del riesgo a que se somete su hijo, aunque en este caso, y esto no suele ser habitual, el padre lo lleva peor que la madre: «Lo paso fatal, algo mejor la madre. Sé lo que hay, las caídas son habituales, pero hay que tener mucha mala suerte para que pase lo de Dani Rivas», comenta.
De casta le viene al galgo. Mauro González Rojas tiene en su padre, Mauro González Sánchez, a un piloto en el que mirarse. Este participó en dos Copas BMW y ha llegado a correr como invitado en el Campeonato de España. Esta temporada va a dosificar mucho su participación en las carreras, pensando ya en su hijo.
Mauro González recibió el título de campeón por la Federación.
Mauro González, durante la carrera de Murcia.