El Helvetia Anaitasuna sumó una trabajada victoria en tierras guadalajareñas el imponerse por 26-27 a un luchador Quabit Guadalajara mermado por las bajas pero que plantó cara hasta el último segundo, cuando Lucas marró un lanzamiento que podría haber supuesto el empate.
A pesar de las numerosas ausencias (Parra, Bozalongo, Mellado, Moya, Padilla y Valles), fue el Quabit el que se estrenó en el marcador. De hecho, llegó a mantener su portería a cero durante cuatro minutos, algo que no gustó al técnico visitante, si bien era cuestión de tiempo que los goles navarros fueran cayendo.
Para colmo, el tanto del Anaitasuna se produjo inmediatamente después de una nueva lesión en el cuadro morado, en este caso de Alberto Sanz, lo que dificultaba aún más el panorama para los de César Montes.
A pesar de la escasa intensidad que se vivía sobre el terreno de juego, con los metas Hombrados y Hernández como jugadores más destacados, el Helvetia Anaitasuna fue abriendo diferencia en el electrónico (5-8, minuto 16). Sin embargo, un doblete de Montoya y otro tanto de Márquez permitió a los alcarreños igualar a ocho tantos forzando el primer tiempo muerto de Juan Tomás Apezetxea.
Lejos de espabilar, los navarros vieron cómo Montoya adelantaba a los suyos en el minuto 21 (10-9). Fue entonces cuando emergió la figura de Nadoveza, con tres tantos consecutivos, amagó con volver a romper el encuentro (10-12), bien secundado por Hernández bajo palos (el meta navarro cerró el primer acto con un 45,8 por 100 de acierto).
Pero Montoya, muy inspirado en el primer acto (anotó siete de sus nueve lanzamientos) dio oxígeno a los suyos y, en la última acción de la primera parte, Márquez anotaba el sorprendente empate a 13.
Igualdad que se mantuvo en el arranque de la segunda mitad, con intercambio de goles en una y otra portería hasta que Nadoveza volvió a acudir al rescate de los suyos y con tres goles en apenas dos minutos forzó el tiempo muerto alcarreño (17-19, minuto 39).
A pesar del buen partido de Hombrados, que encadenó cuatro paradas consecutivas, dos de ellas siete metros, la exclusión de Márquez fue aprovechada por los navarros para distanciarse en el electrónico (18-21; minuto 43).
Pero una vez más emergió ese espíritu indomable de los alcarreños que, a base de constancia y esfuerzo, lograron meterse de nuevo en la contienda (23-24; minuto 54). Por si fuera poco, un minuto más tarde, Montoya anotaba su décimo gol para igualar la contienda.
Filipe Gonçalo detuvo la hemorragia en el ataque siguiente, pero el público del Santamaría ya creía en imposibles. Un robo y posterior gol de Goñi, enfrió los ánimos locales (24-26, minuto 57). Pero fue sólo por unos breves segundos porque las acciones de Hombrados y un gol casi imposible de Filipe permitió a los alcarreños situarse un gol abajo (26-27), con posesión y con ocho segundos por disputarse.
Márquez no controló en primera instancia el pase de Hombrados y aunque logró asistir a Lucas, el lanzamiento del extremo se marchó por encima de la meta defendida entonces por Henrik.