Los últimos seis meses se los ha pasado prácticamente entrenando. Los siete días de la semana. Y en total, durante este tiempo, habrá recorrido 1.300 kilómetros sobre las zapatillas, otros 8.000 kilómetros con el culo pegado al sillín de la bicicleta y alrededor de 300 kilómetros dando brazadas en el agua.
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Su objetivo no es apto para cardíacos. Ni para personas más o menos como usted y como yo: nada menos que el Ironman de Niza, en Francia, en el que participará el domingo 23. Carrera, por llamarlo suavemente, que está considerada como una de las más duras de la distancia y que es comparable, por ejemplo, a los Ironman de Lanzarote o de Hawai.
Por cierto, nuestro protagonista se llama Pedro Tomé Hernández, es toledano y tiene la ilusión de un niño pequeño. Como no puede ser de otra forma. Y encastillalamancha.es ha hablado con él apenas unas horas antes de partir hacia la cita francesa.
«Comencé con la afición del triatlón en 1998, pero en 2006 me lesioné en la rodilla y tuve que parar durante cuatro años». Que se le hicieron muy largos. Pero la fuerza de voluntad fue superior y en 2010…
Vuelta a empezar. «Con la lesión de rodilla que tuve, o paraba o…». No le quedó más remedio, «pero regresé con el reto de hacer Ironman. Y en 2012 me presenté en Lanzarote, donde tardé 11 horas y cinco minutos en terminar. De los 1.214 triatletas que llegamos a meta quedé en el puesto 253. Y de mi grupo de edad, entre los 40 y los 44 años, entré en el puesto 52».
Olé.
Pedro tiene 44 años y la compensación que saca de estas auténticas «burradas» deportivas «es la compensación personal. Mi trabajo es de entrenador personal (colabora en el Spa del Hotel Beatriz de Toledo) y el tiempo libre que tengo lo dedico a ello».
LO QUE LE ESPERA EN NIZA SON 3,8 KILÓMETROS EN EL AGUA, 180 KILÓMETROS EN BICI Y 42 KILÓMETROS DE CARRERA
Yo no sé si le da «miedo» llegar a Niza, porque lo que le espera el domingo puede ser de aúpa. Nada menos que 3,8 kilómetros en el agua, otros 180 kilómetros sobre la bici y, por si no ha tenido suficiente, bajarse de la montura y recorrer 42 kilómetros corriendo.
Lean de nuevo la distancia por si creen que se han equivocado. A una maratón normal hay que añadirle una etapa de esas de las que se corren en las grandes vueltas ciclistas y casi cuatro kilómetros de natación. Una auténtica «locura».
En Niza se juntarán 2.800 triatletas de todo el mundo y su objetivo está muy claro: «Terminar». No hay más metas. Aunque ya puestos, «si puedo bajar de las 11 horas que invertí en Lanzarote, mucho mejor. Pero eso será otra historia».
Y para finalizar, repito: no está loco. Que no, que no…
¡¡¡Mucha suerte!!!