El Puertollano F.S. afrontaba el viernes 9 el último partido de la primera vuelta con la intención de hacer sus deberes consiguiendo una victoria en Benicarló y mirando de reojo los partidos que disputarán el Carnicer y el Lobelle en Tudela y Pamplona respectivamente.
Y al menos los puertollaneros consiguieron su primer objetivo, que era vencer a Benicarló FS, gracias a los tres tantos de Palomeque, Werner y Contreras, que contrarrestaron los conseguidos por los locales, obra de Hugo y Víctor.
Aunque al final la Copa de España se convirtió en un sueño, en el minuto 40 se consiguió una victoria muy trabajada que sirve para afrontar con nuevos bríos la segunda vuelta de un campeonato que, como se ha podido comprobar hasta el momento, está resultando muy competido.
El primero gol llegó en el minuto 14, cuando Palomeque remataba una magnífica jugada ensayada junto a sus compañeros. Con este resultado, 0-1, se llegaba al descando. Y en esos momentos el Puertollano estaba clasificado para disputar la Copa de España, igual que el OID Talavera.
Aunque aún quedaba toda una segunda parte y los ojos no solo estaban en la cancha del Benicarló.
Porque Hugo, en el minuto 25, lograba el empate a la salida de un córner. Y solo un minuto después, en el 26, la estrategia local funcionó lo suficiente como para que Víctor adelantara a los locales. Ya sólo restaba luchar y confiar también en la suerte.
Que llegó en el minuto 30, cuando aún restaba tiempo suficiente para conseguir la machada. Warner, en una magnífica jugada de todo el equipo, lograba el empate a 2. Había que meter a Benicarló en su campo durante los 10 minutos que restaban.
Y aunque debido a los resultados que se daban en otros campos el Puertollano necesitaba dos goles más, no le bastaba solo por uno, fue a falta de unos segundos cuando Contreras establecía el resutado definitivo (2-3). La pena es que no había tiempo para más, pero al menos se intentó hasta el pitido final. No pudo entrar en la Copa de España que se celebrará en marzo, pero los tres puntos saben muy bien a la altura de temporada en la que nos encontramos.