El Incarlopsa Cuenca logró este viernes una sufrida victoria (26-25) más que importante ante un rival directo como el Recoletas Atlético Valladolid, que estuvo en el partido hasta el final e incluso le dio la vuelta a una desventaja de seis goles.
Salieron mejor los de Cuenca, a diferencia de ocasiones anteriores en El Sargal. Fueron mejores que su rival y cogieron las primeras diferencias gracias a una gran defensa, que no dejaba apenas respirar a un ataque pucelano al que le faltaban hombres tan importantes como Miguel Martínez, que fue baja de última hora.
Esa defensa conquense hacía que los vallisoletanos apenas encontraran la red local y se llegó al minuto 14 con la máxima diferencia de 9-4 tras un gol de Nacho Moya a la contra después de una parada de un gran Leo Maciel.
Esa jugada propiciaba el primer tiempo muerto de Pisonero, que buscaba meter a los suyos en un choque que llegó a ir 10-4 tras un gol de Thiago desde la zona exterior.
Se sentía un Cuenca superior y en ese momento salió el protagonista visitante. César Pérez saltó a pista para terminar el primer tiempo con varias intervenciones de gran mérito. Gracias a él su equipo llegó 14-10 al descanso.
En la segunda mitad el equipo local volvió a la máxima de seis con el 18-12 del minuto 36 tras un gol de Moscariello, aunque los vallisoletanos nunca se rindieron y se metieron en el partido con la efectividad del mencionado César Pérez, que tuvo más de un 50 % de acierto bajo palos, y las jugadas por la derecha de acabadas con Casares y con Jorge Serrano.
Cuenca no marcaba y Valladolid no dejaba de hacerlo, y en el minuto 47 se ponía por primera vez por delante tras un tanto de Miguel Camino que ponía el 19-20 en el marcador. Esa ventaja llegó a ser de dos un minuto después tras un gol de su hermano Diego y el consecuente 19-21.
Diez minutos sin marcar de Cuenca hicieron que el Valladolid, por méritos propios y un César Pérez excepcional, se adelantara. Aparecieron entonces Thiago, que marcó dos goles seguidos desde la zona exterior, y Simonet, que anotó desde su portería al no haber portero al estar Nico López excluido y atacar con seis. Un nuevo parcial para los de casa de 3-0 para poner el 22-21 a ocho minutos del final.
El choque tenía de todo y la emoción era la tónica con intercambio de goles, en los que Pizarro fue el protagonista para los locales y Jorge Serrano, para el Valladolid.
Cualquier cosa podía suceder y apareció Maciel de manera estelar con dos paradas y Vainstein y Pizarro anotando para sentenciar con el 26-24. Marcó Jorge en la última acción para acabar con el 26-25 definitivo en un partido de infarto.