Les contamos hace apenas una semana que no, que Pedro Tomé no estaba loco por el mero hecho de participar en el triatlón de Niza, en Francia, donde este hombre de hierro, y toledano, quería batir su marca personal, bajar de las 11 horas que tardó en Formentera. Nada menos que desde las seis de la madrugada hasta las cinco de la tarde. Así, del tirón.
Y lo consiguió. Sin duda, porque estuvo algo así como diez horas y media montando en bicicleta, nadando y corriendo «Quemé 14.000 calorías». Y apenas 24 horas después de tan impresionante recorrido, la prueba se disputó el domingo 23 de junio, comentó a encastillalamancha.es que ya empezaba a ser persona. Y es que podía contarlo…
Sufrió, pero lo vivió. De ahí que de todas las imágenes que vio se queda «con los pre-Alpes, de una belleza singular». La prueba consistía en recorrer 3,8 kilómetros por el agua, otros 180 kilómetros sobre la bici y, de postre, 42 kilómetros de carrera continua. No apto para cualquiera, como pueden comprobar si leen de nuevo las cifras y les aseguro que no, que no se han equivocado.
Al final, el tiempo oficial que realizó Pedro fue de 10 horas y 34 minutos, «fue bastante más duro de lo que pensaba, pero en mi categoría, los participantes de entre 40 y 44 años, llegué a meta en el puesto 68. Y de esas edades éramos unos 500 participantes».
Que no está nada mal. Le ha cogido el gusto y le ha entrado el gusanillo. Se ve con fuerzas. El año pasado hice un ironman para terminar y este año vine a competir». Su satisfacción, ya nos lo contaba antes de marchar, «la compensación personal». Eran en total ceca de 3.000 triatletas y consiguió su principal objetivo, bajar de las 11 horas.
«Terminé destrozado y quemé las calorías que te he comentado, pero lo que he vivido allí arriba…».
Todo un portento…